En un año particularmente siniestro por los suicidios relacionados con el rock, ayer se supo que se había quitado la vida Chester Bennington, cantante de la exitosísima banda de nü metal Linkin Park (además de participar en varios proyectos paralelos, y de haber sido durante un par de años el sustituto del también fallecido Scott Weiland en Stone Temple Pilots). Linkin Park, banda formada por el también cantante, compositor, productor y MC Mike Shinoda, fue responsable más que ningún otro grupo de popularizar la combinación de hip hop y hard rock conocida como nü metal, llevándola a terrenos más propios del pop. Su primer álbum, Hybrid Theory (2000), vendió casi cinco millones de copias, mientras que el segundo, Meteora (2003), quintuplicó esa cifra.
Aunque Linkin Park era dirigida sobre todo por Shinoda, el más carismático Bennington funcionaba como principal frontman y se encargaba de los potentes segmentos cantados de los temas, mientras que su compañero se ocupaba de los rapeos. A pesar de la imagen relativamente amable del grupo, Bennington se caracterizaba por su espíritu algo sombrío: hijo de un policía, el cantante había sufrido abuso sexual en su adolescencia y había desarrollado una fuerte adicción a varias drogas, aunque cuando ingresó a Linkin Park (luego de ser recomendado por un mánager de la compañía discográfica, y en un momento en el que había comenzado a considerar la posibilidad de abandonar la música), ya había emprendido una vida más saludable, pese a lo cual solía referirse a su sufrido pasado en las entrevistas.
La banda estaba en plena promoción de su disco más reciente, One More Light, que fue editado en mayo y llegó al tope de la lista de los más vendidos que publica la revista Billboard. Hace pocos días había terminado el tramo europeo de la gira de presentación, y estaba previsto que el jueves de la semana que viene comenzaran a realizarse espectáculos en Estados Unidos y Canadá.
Bennington, que fue hallado muerto ayer de mañana en una residencia en Palos Verdes, Los Ángeles, era padre de seis hijos y amigo de Chris Cornell, el vocalista de Soundgarden, quien se suicidó el 18 de mayo. Significativamente, eligió para quitarse la vida –mediante el mismo recurso del ahorcamiento– el día del cumpleaños de su amigo fallecido, en cuyo funeral había cantado hace un par de meses, algo que difícilmente sea una casualidad.