La editorial Bloombury ha ganado fortunas con los libros de Harry Potter, pero parece que nunca será suficiente. Con motivo del vigésimo aniversario de la publicación del primer volumen de la saga escrita por JK Rowling, en octubre se realizará una exhibición denominada Una historia de la magia en la British Library, biblioteca nacional de Reino Unido, y en esa ocasión se lanzarán dos volúmenes que se podrían considerar catálogos ampliados de esa muestra pero se publicitan como nuevos libros. Sus títulos –en los que no parece haberse invertido demasiada imaginación– serán Harry Potter: una historia de la magia (con fragmentos de borradores de los libros originales y breves ensayos sobre estos) y Harry Potter: un viaje a través de una historia de la magia (con textos acerca de los hechizos empleados en el universo creado por Rowling, y “datos biográficos” acerca de los magos más célebres mencionados en la saga).
Según se ha informado, en ninguno de los dos casos habrá material que la escritora haya escrito especialmente para la ocasión, aunque Rowling también ha dado últimamente muestras de que le cuesta dejar atrás todo lo relacionado con Potter –seguramente no por necesidades económicas, ya que sus obras la han convertido en multimillonaria–, al autorizar la realización de la nueva serie de películas iniciada el año pasado con Animales fantásticos y dónde encontrarlos (dirigida por David Yates), en las que se involucró como coproductora y guionista. Estos films, que según se ha anunciado serán cinco (el estreno del segundo está previsto para el año que viene), se sitúan en el mismo mundo ficticio de Harry pero siete décadas antes, e incluirán a algunos personajes conocidos por los lectores de la saga: ya apareció en el primero el mago tenebroso Gellert Grindelwald, interpretado por Johnny Depp, y en el próximo conoceremos a un Albus Dumbledore mucho menor, a cargo de Jude Law.
El nombre de la primera película corresponde a un librito publicado con fines benéficos por Rowling en 2001, junto con Quidditch a través de los tiempos, y al igual que este no es una novela con personajes y trama, sino un presunto libro de texto con formato de bestiario, usado en la escuela de magia Hogwarts y escrito por un experto llamado Newt Scamander a partir de sus viajes por el mundo. Lo que hizo Rowling fue desarrollar a Scamander como personaje y ubicarlo en un contexto que se vincula de varias maneras con la serie de Potter, ampliando sus escenarios y planteando antecedentes y explicaciones de algunos de los hechos que ocurrían en ella.