El sector del Frente Amplio Banderas de Líber emitió un crítico comunicado haciendo referencia a la situación del vicepresidente Raúl Sendic, en el que considera que, más allá del pronunciamiento del Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio, “el problema es político”. “[Sendic] mintió reiteradamente y sabe que su permanencia le está haciendo daño al proyecto de transformaciones en el que dice creer”, asegura el sector, y agrega: “Insistir en que el resultado de sus acciones es culpa de un plan elaborado en Atlanta o en Seattle es intentar tomarle el pelo a los uruguayos”.

“Raúl Sendic debe dar un paso al costado. Por la historia, por su historia y para que ni el sacrificio ni la esperanza de tantos haya sido en vano”, agrega el comunicado.

En un extenso texto, Banderas de Líber lamentó que “es evidente que hoy los escrúpulos de la ética son una preocupación menor para algunos frenteamplistas” y que estas preocupaciones son subordinadas “al compañerismo o los intereses personales”. Recordó que en el primer gobierno de Tabaré Vázquez como intendente de Montevideo fueron destituidos seis directores “sin que se los acusara de delito alguno, salvo alguna desprolijidad eventual”, y que recientemente el intendente de Salto, Andrés Lima, denunció a tres ediles por alterar las boletas de viáticos. Pese a ello, “casos de conjunción de intereses” en el sector de la salud o de “contrataciones de empresas en condiciones dudosas y por sumas muy grandes” parecen no tener consecuencias dentro del Frente Amplio.

“El peligro es que el oficialismo se desprestigie solo”, advierte el sector frenteamplista, al señalar que hay “una distinta valoración de la importancia del proyecto colectivo, que es el bien público”, y “del interés individual”. En el comunicado se agrega el repudio de Banderas de Líber a la política “como modo de ganarse la vida o de obtener recursos”, una forma de hacer política “en la que tiene incidencia desmesurada la ambición y que justifica que los objetivos sean personales”, que “no es todavía un modo de corrupción, pero es su previa”.

Este devenir del Frente Amplio hace que ”miles de uruguayos tengan razón en estar enojados”, pese a que la coalición de izquierda siga siendo “por lejos, mejor que los proyectos alternativos”.