Desde abril de 2015 los comerciantes deben pagar una licencia por contar con televisores encendidos a disposición de sus clientes: la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda), autorizada en 2007 por decisión del Ministerio de Educación y Cultura, en el marco de las normas sobre derechos de autor, es la encargada de recaudar y gestionar los cobros en distintas modalidades del derecho de la comunicación pública de obras audiovisuales, que incluyen su retransmisión y reproducción en lugares abiertos al público y la exhibición de obras audiovisuales.
En cuanto al recorrido de un audiovisual, en su momento la entidad explicó que cuando un productor cede los derechos de una obra a un canal de televisión, lo hace en relación con los llamados “derechos de antena” por determinado tiempo, pero que si ese canal, a su vez, vende un servicio de televisión por cable a un local comercial –responsable de la comunicación pública–, no se transfieren a este los derechos cedidos en el acuerdo original. Cuando se consultó por qué no se incluía el cobro por esa reproducción en una etapa previa, desde Egeda aseguraron que era imposible porque no se puede conocer de antemano “el recorrido de la obra”. En aquel momento, también precisaron que el valor de la licencia se había marcado en diez dólares mensuales por pantalla.
El reconocido docente y cineasta Walter Tournier (Los cuentos de don Verídico –1986–, Los Tatitos –1997-2001–, Derechos del niño –2004-2007–, Selkirk, el verdadero Robinson Crusoe –2012–, entre otras), presidente de esta sociedad que gestiona los derechos de comunicación pública de los productores audiovisuales, contó a la diaria que muchos integrantes de la Asociación de Realizadores y Productores de Cine del Uruguay hicieron posible que se creara Egeda Uruguay. Contó que para eso llegaron a un acuerdo de “reciprocidad con Egeda España, en el que ellos nos dan los derechos de muchísimas películas del mundo”, ya que representan a 13.000 productores europeos y latinoamericanos, además de a estudios de Hollywood y a cine independiente estadounidense. “Cada sede hace lo mismo que nosotros”, señaló, en referencia a las organizaciones Egeda de Argentina, Chile, Colombia, México y Los Ángeles, entre otras. Entre los productores que integran Egeda Uruguay se encuentran Guillermo Casanova, Ricardo Casas, Mario Handler, e instituciones como AIM Producciones Cinematográficas (César Charlone), Cinekdoque (Federico Veiroj), Coral, Expresso Films (Álvaro Brechner) y Mutante.
Sobre el conflicto, Tournier explicó que aún está pendiente el juicio entre Egeda y los canales por cable, “que retransmiten la señal de los canales abiertos sin pagar derechos de autor, y que cuando esto [el cobro de la licencia] se empezó a implementar, se opusieron e iniciaron un juicio”. El cineasta destacó que lo que Egeda reivindica “es lo mismo que pasa con la música: la única diferencia es que lo nuestro es la imagen, pero también somos creadores. Y por eso mismo no entendemos qué sucede. Si nadie cuestiona que a los creadores de música hay que pagarles derechos cuando se reproducen sus obras, ¿por qué no habría que hacerlo al reproducir una imagen?”, pregunta.
Ejemplifica la situación precisando que, si uno no tiene televisión para abonados, puede acceder a cinco canales de televisión abierta, que los servicios para abonados “también incluyen en su grilla, y eso se llama retransmisión. Por esa retransmisión hay que pagar los derechos, pero ellos se oponen. No se trata de un impuesto, sino de un derecho que figura en la Constitución: en este caso, el derecho de un autor a cobrar una retribución del que retransmite su obra”.
Tournier cuenta que hay comerciantes que ya se han regularizado, y destaca que si alguien cuenta con un televisor encendido a la vista del público en un comercio es porque eso le interesa, debido a que contribuye al atractivo de la actividad comercial: “Si tiene cable, está utilizando un servicio para uso doméstico en un comercio. Por eso, por cada televisor paga el derecho de transmisión que, al mes, puede implicar el precio de venta al público de un chivito. Y en el caso de los canales de cable, es menos de 1% de lo que cobran”. Agrega que Egeda recauda lo correspondiente a producciones nacionales y extranjeras, y que el dinero se reparte “equitativamente” de acuerdo con los porcentajes de emisión: 20% de lo recaudado se reserva para un fondo de producción nacional, 10% queda para la administración y 4% es para los productores uruguayos cuyas obras se han emitido. “Como la producción uruguaya en televisión es tan limitada, es 4%. Pero si llegamos a regularizarlo en todos los casos, el fondo será mucho mayor que los del ICAU [Instituto del Cine y Audiovisual Uruguayo] y el FONA [Fondo para el Fomento y Desarrollo de la Producción Audiovisual Nacional] juntos. Lo curioso es que los negocios más chicos enseguida regularizan, pero resulta que los grandes, como el Club de Golf y el Carrasco Lawn Tennis, están en contra. A ellos se suman los canales y los operadores de cable. Me pregunto por qué no se termina de implementar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que hace tres años que está aprobada. Evidentemente hay algo que no se entiende”, razona el presidente de Egeda.