En 2015, cuando la diaria visitaba por primera vez la renovada sede del Centro de Fotografía (CdF), en el edificio de 18 de Julio 885 donde antes había estado el Bazar, en el primer piso un grupo de fotógrafos discutía qué significaba ser –precisamente– fotógrafos, y se preguntaban sobre las experiencias del fotoperiodismo. Aquel encuentro se vinculaba con un nuevo desafío que había asumido el CdF, asociado a ejercicios de reflexión semanales en los que alternaban la historia de la fotografía uruguaya y su proyección hacia el futuro. Este año el centro cumple 15 años, y no sólo mantiene un archivo, un centro de investigación y galerías a cielo abierto –en Parque Rodó, Prado, Ciudad Vieja y Peñarol–, sino que también realiza con regularidad talleres y jornadas, festivales, programas barriales y numerosas publicaciones.
Mañana, a las 11.30, la Junta Departamental de Montevideo hará un acto de homenaje al CdF, en reconocimiento a su archivo fotográfico y a las funciones que lleva a cabo. Esto se suma a otra serie de reconocimientos formales, como la recertificación en calidad del Instituto Uruguayo de Normas Técnicas (UNIT): esto sucede luego de que, tres años antes, el CdF se convirtiera en la primera institución cultural pública del país en obtener el certificado de calidad de ese instituto en todos sus procesos de trabajo, como resultado de la decisión de adecuar a normas exigentes los procesos y cadenas de trabajo referentes a la conservación, documentación y digitalización de las fotos del fondo histórico. En paralelo, ese mismo archivo histórico, que está integrado por 30.000 fotografías tomadas y reproducidas desde la segunda década del siglo XX, fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Más allá de estas distinciones al trabajo de una institución que se convirtió en referencia regional, mañana a las 19.30, en el marco de la celebración del Día Internacional de la Fotografía, el CdF presentará la reedición del libro Tribus, que reúne dos fotorreportajes de Iván Franco (uno acerca de una colectividad indígena paraguaya, y el otro con una serie de imágenes tomadas a bordo de un tren que transportaba jóvenes rumbo al Pilsen Rock 2004), y con el que se inauguró el llamado abierto a los libros de autor. En la misma ocasión se realizará el nuevo llamado a interesados a publicar en CdF Ediciones; y se anunciarán convenios con la Universidad Católica del Uruguay y el Foto Club Uruguayo (cada sábado, docentes de esa institución compartirán sus trabajos con el público); el lanzamiento del Registro de Fotógrafos Uruguayos, que apunta a obtener información de primera mano sobre profesionales nacionales y extranjeros que residen en Uruguay (“nos interesa obtener información estadística acerca de en qué lugares del país viven, cuáles son sus edades, a qué tipos de fotografía se dedican, qué formación tienen, cuál es su grado de profesionalismo, cuántas fotografías tienen y cómo las conservan, entre otros temas”, explicaron desde el CdF), con miras al diseño de políticas que intervengan sobre las fortalezas y debilidades del medio; y una exposición sobre fotografía contemporánea uruguaya que girará por España.
El curador de esta exposición, Roberto Schettini, dijo a la diaria que la idea de hacerla surgió en conjunto con una organización española. “En 2003, el CdF me encargó una selección de fotografía uruguaya para un encuentro de la Alianza Francesa en Buenos Aires. La selección fue subjetiva y eso no se intentó ocultar: en aquel momento cerré los ojos y respondí a la memoria visual, es decir que escogí fotos y fotógrafos que recordaba; ahora hice lo mismo”, explicó el reconocido fotógrafo. Esta muestra, que se espera que finalice su itinerario el año que viene en la Casa de América de Madrid, está integrada por diez autores: Pablo Albarenga, Jorge Ameal, Daniel Behar, Matilde Campodónico, Roberto Fernández Ibáñez, Magela Ferrero, el ya mencionado Franco, Irina Raffo, Diego Velazco y Álvaro Zinno.
Además, mañana también se anunciará el II Festival de Fotografía MUFF, que comenzará el 1º de setiembre y se extenderá hasta 2018. Cuenta con un nutrido programa y se inaugurará con una muestra retrospectiva de la fotógrafa argentina Ananké Asseff, que ocupará los tres pisos del CdF. Otras exposiciones serán El retorno de la mirada, del también argentino Marcos López; Isla, de Ignacio Iturrioz; y Moto, de Alberto García Alix, el gran fotógrafo de la movida madrileña.
En paralelo, mañana a las 13.00 en la fotogalería de Ciudad Vieja se inaugurará una muestra acerca de la Comedia Nacional, en el marco de su 70º aniversario, en la que se presentará, en escena, al elenco actual. De este modo, el CdF continúa con un compromiso sostenido, reconfigurando el panorama local y transformándose en un motor de cambio: aunque la fotografía aún no es incluida en los programas de educación formal, esta institución ha consolidado sorprendentes políticas de conservación, difusión y acceso, desde un acervo que apuesta a intereses patrimoniales e identitarios, además de afianzar un sólido espacio de investigación, documentación y digitalización.