El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, firmó un decreto en el que le retiró todas las funciones al vicepresidente, Jorge Glas, que en los últimos días manifestó públicamente sus críticas al gobierno.

En el decreto, Moreno cuestionó la lealtad de Glas al “proyecto político de la Revolución Ciudadana” y recordó que según la Constitución de su país, el vicepresidente, cuando no deba reemplazar al jefe de Estado, “ejercerá las funciones que este le asigne”.

La tensión entre ambos surge a partir de la situación económica del país. Moreno ha cuestionado la situación financiera del país, en lo que atribuye a una herencia de su antecesor, Rafael Correa, mientras que Glas se sumó ayer a las críticas que hizo el ex presidente sobre las cifras económicas, y en una carta pública además criticó otras actuaciones del actual mandatario.