Ayer se hizo una conferencia de prensa en la sala Ernesto de los Campos de la Intendencia de Montevideo (IM) para anunciar el lanzamiento de la edición montevideana de Creamfields, una de las fiestas electrónicas más famosas del mundo, que este año celebra su 20ª edición en Inglaterra. Con la presencia de la ministra de Turismo, Liliam Kechichián; el intendente de Montevideo, Daniel Martínez; el prosecretario general de la Intendencia de Montevideo, Christian Di Candia; y Eduardo Atín Martínez, representante de AM Producciones (que trajo a Uruguay a The Rolling Stones en febrero del año pasado), se adelantaron algunos detalles sobre la llegada del festival el 10 de noviembre.

Eduardo Martínez informó que se firmó un contrato por tres años con los organizadores de Inglaterra, y comentó que una de las razones por las que aceptaron que Montevideo fuera sede de este festival surgió de “un análisis del público uruguayo y su comportamiento en eventos multitudinarios”. Según explicó, otro de los factores que terminaron de convencer a los productores fue el apoyo gubernamental que recibió el proyecto “desde el “primer momento”, porque esto “asegura que no habrá ningún inconveniente” y permitirá que el festival se “potencie en el tiempo”.

Kechichián se refirió a las posibilidades económicas que abre la organización de la fiesta electrónica, que ya se celebró en 2008 en El Jagüel de Punta del Este, y que en aquella ocasión contó con una concurrencia de 8.000 personas.“Creamfields es una marca absolutamente potente en el mundo del espectáculo. Es, efectivamente, la fiesta de música electrónica más importante del mundo. En América Latina sólo se va a hacer [también] en Perú y en Chile; por lo tanto, que Uruguay sea la tercera opción en esta región nos da la posibilidad indudable de traer a un gran número de visitantes”, aseguró la ministra.

“Para nosotros es un orgullo que Uruguay le haya ganado la oferta a Buenos Aires, porque el principal modelo de negocios que tenían los ingleses era Argentina”, afirmó el promotor Martínez. Cabe destacar que Creamfields llevó a cabo 15 ediciones consecutivas en Buenos Aires de 2001 a 2015, pero está suspendido desde el año pasado. La muerte de cinco personas en el festival Time Warp a causa de drogas sintéticas llevó al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a establecer restricciones al momento de otorgar permisos para fiestas masivas de música electrónica (y esto llevó al hecho insólito de que, en noviembre de 2016, el recital del cuarteto alemán Kraftwerk en el Luna Park haya estado a punto de ser suspendido porque ese grupo utilizaba como instrumentos principales un sintetizador y un sampler).

El responsable de AM Producciones adelantó que el festival se hará en la zona del faro de Punta Carretas entre la noche del viernes 10 y la mañana del día siguiente, y que la primera idea que se manejó es que comience a las 20.00 y termine a las 10.00 del sábado, pero señaló que seguramente se va a necesitar “un poco más de tiempo”. Agregó que se prevé una concurrencia de “entre 10.000 y 15.000 personas”, y que se está trabajando con las autoridades de la IM para poder aumentar la cantidad de público.