Los diputados del Partido Nacional Rodrigo Goñi y Gerardo Amarilla presentaron un proyecto de ley para modificar un artículo del Código de la Niñez y la Adolescencia referido a la tenencia de hijos de padres divorciados. En la actualidad, en caso de no haber acuerdo entre los padres, el juez decide el régimen. La propuesta de los legisladores consiste en que, a falta de acuerdo, ambos padres pasen la misma cantidad de tiempo con sus hijos. Goñi aseguró que “lo ideal sigue siendo que el padre y la madre se pongan de acuerdo, pero si la madre en cuestión resulta ser una feminazi que no acepta los pedidos razonables del hombre al que acaba de abandonar, entonces la cuestión no puede quedar en manos de un juez o una jueza que a lo mejor también resulta ser una feminazi”.

Amarilla aclaró que el proyecto “no busca alejar a las madres de sus hijos”. “De hecho, en la práctica no va a tener como resultado que las madres pasen menos tiempo con sus hijos, porque difícilmente algún padre respete el fallo del juez. Lo más probable es que durante las primeras semanas el padre acoja gustoso a sus hijos en su hogar, pero con el tiempo se va a aburrir y cuando pase la novedad le va a terminar enchufando los niños a su ex mujer, como siempre”, explicó.

El ex presidente de la Cámara de Diputados respondió a quienes le hicieron cuestionamientos por no promover también medidas legales para evitar que los padres se atrasen o directamente no paguen las pensiones alimenticias. “No podemos caer en ese tipo de materialismos. Yo soy cristiano y por eso creo que lo más importante que puede darle un padre a un hijo es amor. En todo caso, podríamos habilitar a los jueces a que determinen qué cantidad de amor les debe traspasar un progenitor a sus hijos. Pero yo me pregunto: si un padre le pasa una buena dosis de amor a su hijo todos los meses, pero se olvida cada tanto de darle un poco de dinero, ¿es un mal padre? No sé qué dirá la Constitución, pero las Sagradas Escrituras dicen que eso no es pecado”, sostuvo.