La jueza Mariana Mota finalmente presentó su renuncia al Poder Judicial para poder asumir en la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH).

La información fue confirmada por el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Chediak, ayer en una rueda de prensa. Si bien Mota había pedido la reserva de su cargo, la corporación judicial no accedió al pedido.

Mota había argumentado en declaraciones a la diaria el 17 de agosto su posición para pedir la reserva: “Si se produce la suspensión del cargo, significa que no hay ejercicio. Por ejemplo, cuando un funcionario es sumariado y separado del cargo con suspensión, nadie piensa que esa persona puede ir a trabajar o cobrar el sueldo (en el caso de que se le suspenda también el sueldo), por lo tanto, no hay incompatibilidad, porque el cargo de juez está suspendido y no se ejerce, y sí [se ejerce] el de la INDDHH”, subrayó.

La SCJ había resuelto no dar lugar a su solicitud, ya que “quien ocupa un cargo dentro de la judicatura tiene una incompatibilidad absoluta para ejercer otra función pública retribuida”. Además, se argumentó que el artículo 251 de la Constitución “pertenece al cuerpo normativo de máxima jerarquía y resuelve el punto de manera categórica e inequívoca”. “Nuestros cargos son absolutamente incompatibles con el desarrollo de cualquier otra función pública, salvo la docencia en materia terciaria”, dijo ayer Chediak.