La plataforma de streaming Netflix anunció que lanzará dos documentales que homenajearán a dos tótems del movimiento llamado Nuevo Periodismo: Gay Talese y Joan Didion.

Didion se convirtió en la cara femenina de ese movimiento, durante décadas fue una de las voces más potentes del periodismo narrativo, y a sus 80 años se ha vuelto una leyenda del mundo intelectual estadounidense. La autora de Los que sueñan el sueño dorado (2012) nació en 1934 en California, estudió literatura inglesa en Berkeley y comenzó a trabajar en la revista Vogue, en la que conoció a su marido, John Dunne, también escritor y guionista, con el que escribió cinco películas y corrigió decenas de guiones. En paralelo, publicó su primera novela, Run, River (1963), y comenzó a colaborar con medios como Life, Esquire, The New York Times y The New Yorker.

La pareja se convirtió en un dúo de autores chic que asistían a reuniones de Hollywood, publicaban en prensa y se corregían mutuamente las novelas, aunque sobre Didion ya se cernía una esclerosis múltiple diagnosticada en 1968. En 2005 murió, a los 39 años, su única hija, y dos años antes había fallecido su padre; Didion se hundió en un período terrible, pero se consagró como una de las grandes escritoras del duelo: en 2005 publicó el elogiadísimo El año del pensamiento mágico, y seis años después, Noches azules, en el que intentó desentrañar el desconcierto y el tormento por la muerte de su hija.

Luego de que a comienzos de este año Random House reeditara su magnífica novela Según venga el juego (1970), ha vuelto a ser noticia: su sobrino, el actor y productor Griffin Dunne (que interpretó al doctor Vass en El club de los desahuciados –Jean-Marc Vallée, 2013–), dirigió un documental biográfico titulado Joan Didion: The Center Will Not Hold, que Netflix acaba de estrenar.

También está de regreso Talese (1932), quien descubrió como periodista personajes impensados, con mínimas pinceladas y detalles insignificantes que descubrían la esencia descarnada –o demente, o injusta, o magnámima– de la conducta humana. Ha publicado libros sobre sus años en The New York Times, al que entró a trabajar como cadete; memorables retratos de personalidades como el boxeador Joe Louis o el capo mafioso Frank Costello (Fama y oscuridad, 1970); una investigación de siete años que atravesó el corazón de la mafia neoyorquina y que décadas después inspiró a Los Soprano (Honrarás a tu padre, 1971); perfiles maestros como el famosísimo “Sinatra está resfriado” (recopilado en Retratos y encuentros, 2003), que escribió en 1966 para Esquire; una investigación de más de 500 páginas sobre las conductas sexuales de los estadounidenses (La mujer de tu próximo, 1981). El año pasado lanzó El motel del voyeur, surgido a partir de una carta en la que un hombre llamado Gerald Foos le contó que había sido dueño de un motel en Denver, en el que había instalado dispositivos para observar y registrar los encuentros sexuales de sus huéspedes. En su momento, el escritor visitó a Foos y se hospedó tres días en el motel, para comprobar la veracidad de la historia. Más de 30 años después, y empleando los copiosos manuscritos de aquel individuo, Talese publicó una larga crónica en la que rastrea la oscura naturaleza del ser humano, pero no vio que, como una manifestación de esta, el voyeur lo había engañado en parte. Un periodista de The Washington Post constató datos falsos y contradicciones en los testimonios de Foos.

El propio Talese había hecho algún comentario al pasar sobre los arrebatos de fantasía de aquel hombre, pero no sabía cuánto le había mentido. Como luego tuvo que admitir el escritor, Foos no tuvo a su cargo el motel durante la mayor parte de los años 80 (lo vendió poco después de la visita de Talese y lo recuperó luego). Muchos arremetieron contra el octogenario Talese por su negligencia en la verificación del relato, pero, más allá de las deficiencias en materia periodística, lo cierto es que El motel del voyeur puede leerse como un texto literario o como la exploración de una mente turbia, aunque el procedimiento estilístico del autor se agote y la sucesión de citas y comentarios se vuelva reiterativa. En todo caso, un documental sobre este libro –Voyeur, dirigido por Myles Kane y Josh Koury– se estrenará en octubre en el Festival de Cine de Nueva York, y luego se sumará al catálogo de Netflix.

Es probable que el film busque desentrañar el proceso que empañó la obra de Talese, que hace unos años admitía: “Yo escribo reportajes, y un reportaje no es ficción. Hay que poner mucho cuidado en no imaginar absolutamente nada Que imagine el novelista. El escritor de no ficción tiene que trabajar el interior del personaje, su entorno, la atmósfera en que existe. Todo eso le da a la crónica un aire de ficción, pero hay diferencias y matices. En un buen reportaje, los hechos se han de subordinar al personaje, no al revés”.