El cuarto eje del congreso refiere a “los desafíos de la educación” y plantea, como uno de los prioritarios, la creación de una Universidad Nacional de la Educación (Uned). El documento disparador, si bien recoge las carreras de formación docente que hoy existen a nivel público en el Consejo de Formación en Educación y enumera el proceso de transformación reciente que ha tenido el consejo, en camino a convertirse en una institución universitaria, menciona que la formación de posgrado en la oferta pública “ha funcionado con dificultades”, aunque se han hecho convenios con la Universidad de la República (Udelar) e instituciones privadas.

El documento recuerda que la primera propuesta para contar con una formación docente surgió en 1929 cuando Enriqueta Compte y Riqué presentó el proyecto de creación de una Facultad de Pedagogía. En 1965 fue la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico la que en su Plan Nacional de Desarrollo Educativo planteó la necesidad de contar con una Facultad de Educación. Unos años después, la propuesta estuvo dentro del Plan Maggiolo, que marcaba la creación de una Facultad de Educación en la Udelar, idea que quedó trunca los años previos a la dictadura. Más cerca en el tiempo, la Asamblea Técnico Docente (ATD) del Consejo de Formación en Educación (CFE) de 2006 aprobó la propuesta de crear una Universidad de Educación autónoma, cogobernada, nacional, pública y gratuita, y en 2013, el Segundo Congreso Nacional de Educación, en su informe final, incluyó la necesidad de que la formación docente “sea universitaria”. En este sentido, el documento plantea que es importante “contemplar las reflexiones y propuestas” que surjan en el congreso.

En caso de que se creara la Universidad de Educación, señala el documento, el Sistema Nacional de Educación Terciaria Pública (SNETP) podría estar integrado por tres universidades en un futuro cercano, lo que implicaría un trabajo interesante de articulación entre las tres instituciones. “¿Esta articulación permitiría incrementar la constitución de titulaciones conjuntas, suponiendo el dictado compartido de carreras de grado y/o posgrado? ¿Se podrían poner en práctica mecanismos que favorecieran una amplia movilidad estudiantil, que posibilitara al estudiantado tomar cursos correspondientes a distintas carreras, de distintas universidades públicas, de acuerdo a sus necesidades e intereses?”, plantea como cuestiones a resolver el documento disparador. Añade: “En un futuro deseable para nuestro SNETP, ¿el cuerpo docente de la Udelar, la Universidad Tecnológica y la Uned proyectada podrían compartir tareas de enseñanza, investigación y extensión de manera conjunta? ¿De qué maneras las tres instituciones podrían impulsar su expansión en todo el territorio nacional?”.

El mundo del trabajo

La relación de la educación con el mundo del trabajo es otro de los desafíos a abordar en el marco de “una estrategia de desarrollo sostenible”. En ese sentido, el documento retoma que en el informe del Segundo Congreso Nacional de Educación “se destacó una amplia percepción de la educación no formal como nexo tanto para la continuidad educativa como para una mejor inserción laboral”, y que se han implementado programas de pasantías y becas vinculadas con experiencias de educación formal, no formal y el campo laboral público y privado. Pero el documento pregunta: “¿Estas iniciativas son suficientes para la creciente población estudiantil? ¿Qué otros factores podrían favorecer el nexo educación-trabajo?”.

También se menciona la acreditación de saberes como una estrategia a profundizar, pero se señala que estos mecanismos requieren “una adecuada evaluación”. “¿Qué mecanismos de evaluación en acreditación de saberes son necesarios para ampliar la continuidad educativo-laboral? ¿Hay suficiente difusión y conocimiento de los espacios de acreditación para tales continuidades?”.

Por otra parte, el documento, elaborado por representantes de la ATD- CFE, un representante de los estudiantes de formación docente, integrantes de la Administración Nacional de Educación Pública y del CFE y representantes de la Udelar, plantea como otro desafío la complementariedad entre distintos actores educativos, y suma a otros, como el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional, el Consejo Directivo Honorario del Consejo de Capacitación Profesional, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Recuerda que el MEC ha propuesto crear un Sistema Nacional de Formación Profesional “para organizar las distintas modalidades de capacitación y formación profesional”, y asegura que esto “exige coordinar los esfuerzos y recursos existentes disponibles en las áreas comprometidas, con participación del mundo laboral, mayor movilidad del cuerpo docente y una formación acorde. En este sentido, ¿qué tipo de articulaciones serían necesarias para la concreción de estos objetivos? ¿Cómo podemos potenciar la complementariedad existente?”.