Expertos consideran que la intervención del mandatario estadounidense fue “decisiva” para el acercamiento que protagonizan Pyongyang y Seúl Durante su discurso de fin de año, el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, anunció que su país está dispuesto a enviar una delegación a los Juegos Olímpicos de Invierno que se llevarán a cabo en la ciudad de Pyeongchang, en Corea del Sur. Fuentes del gobierno surcoreano reconocieron que existen “contactos” entre ambos gobiernos, pero aún se está lejos de un acuerdo. “Pyongyang enviaría sus deportistas, pero con la condición de que nosotros mismos nos encarguemos de ejecutarlos si intentan escaparse. Nos parece un poco excesivo”. De todas maneras, el anuncio de Jong fue visto como un gesto de acercamiento “muy positivo”, ya que las dos Coreas están pasando por uno de los momentos más complicados de su relación. Varios analistas consideran que la intervención en el conflicto del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue “decisiva” para lograr esta tregua en los enfrentamiento diplomáticos. Un experto en política asiática de la Universidad de Harvard explicó: “Hasta hace poco las dos Coreas veían en su vecino a la principal amenaza a su seguridad. Pero desde enero de 2017 esa amenaza está en el exterior y se llama Donald Trump”. En efecto, uno de los ejes de la política exterior del mandatario estadounidense ha sido el aumento de la presión y las provocaciones hacia Corea del Norte y su programa nuclear, al punto que la propia Corea del Sur le ha pedido que modere su discurso. “Las dos Coreas están en guerra y lógicamente quieren derrotar a su rival, pero tanto Kim Jong-un como Moon Jae-in [el presidente surcoreano] son conscientes de que la victoria no serviría de nada si las políticas suicidas de Trump provocan una catástrofe que arrase con la Península de Corea, y quizás con el resto del planeta”, aseguró el experto consultado, quien de todas maneras opinó: “Si las dos Coreas se reconcilian, las opciones son dos: o ambas se transforman en aliadas de Estados Unidos, o ambas se transforman en enemigos, que es lo más probable. Si esto pasa, estaríamos ante un enfrentamiento mucho más peligroso”.