El episodio VIII de la saga de Star Wars, Los últimos jedi, fue posiblemente el más polémico entre sus fans desde los ya lejanos días en que el episodio I, La amenaza fantasma (George Lucas, 1999) decepcionó las enormes expectativas que había generado. Aunque el director de Los últimos jedi, Rian Johnson, no se tomó tantas libertades como Lucas en aquella precuela (con el atenuante de que trabajaba sobre un mundo que él mismo definió en los primeros tres films, de 1977 a 1983), algunas decisiones e innovaciones narrativas hicieron que los siempre celosos fanáticos de la franquicia la recibieran en forma mucho menos entusiasta que al más conservador y complaciente episodio VI, El despertar de la fuerza (JJ Abrams, 2015). Pero al parecer la empresa Disney, actual propietaria de los derechos de Star Wars, sí quedó muy complacida con el desempeño de Johnson y, aunque no se ha confirmado que vaya a ser el director del episodio IX que culminaría la trilogía en curso, se supo que ya fue contratado para desarrollar una nueva serie de tres películas de la saga, y que dirigirá la primera de ellas.
En una entrevista con The Hollywood Reporter, Johnson comentó: “Estoy recién en los comienzos de imaginarlo y, honestamente, no estoy seguro todavía de en qué línea temporal va a ser. En algunas formas es algo interesante, pero es la parte menos interesante para mí. Estoy pensando en cómo va a ser la historia, ¿a quién va a seguir? ¿Qué elementos va a tener? ¿Qué clase de drama va a contener? Mi cabeza está por ahora en ese lugar, todavía no me he metido en serio. Estoy entusiasmado y recién empezando a formar pequeños racimos de ideas de lo que puede llegar a ser”.