El 19 de noviembre murió en prisión Charles Manson, condenado por su responsabilidad en nueve asesinatos cometidos en 1969 por integrantes de una comunidad que él lideraba (entre ellos, el de la actriz Sharon Tate, que tenía un avanzado embarazo). Manson, basado en la interpretación de presuntos mensajes de The Beatles y otras ideas delirantes, decía que iba a estallar una guerra entre blancos y negros, y al parecer ordenó los crímenes para precipitar ese conflicto, tras el cual suponía que los negros triunfantes serían gobernados por él. Aquellos homicidios estuvieron entre los hechos que marcaron, simbólicamente, el fin del sueño hippie de amor y paz, y que lo convirtieron en una pesadilla de la que Manson fue la cara.

Ahora el director de cine Quentin Tarantino, especialista en la representación artística de la violencia, prepara un nuevo film cuya trama se centra en esos asesinatos. Aún no se sabe quién interpretará a Manson, pero se confirmó que Leonardo DiCaprio tendrá el papel de un actor desocupado, es probable que Margot Robbie interprete a Tate, y Tarantino procura reclutar también a Tom Cruise, Al Pacino, Brad Pitt y –por supuesto– Samuel L Jackson.