Uruguay tiene la presidencia pro témpore del Mercosur hasta diciembre. Por eso se reunieron en Montevideo representantes del Sector Educativo del bloque. La semana pasada se sucedieron reuniones de distintas comisiones: Educación Básica, Educación Media, Educación Técnica, Formación Docente, y Protocolo de Reconocimiento de Estudios. Según dijo a la diaria Pablo Caggiani, integrante del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), estas instancias de encuentro sirven “para avanzar en la integración regional, porque esos procesos no pueden ser sólo económicos, tiene que haber espacios de construcción de política que permita diseñar la circulación de los gurises, de los docentes, del conocimiento, y eso se hace en tanto haya intervención política de los actores”.

Entre países

Virginia Verderese, directora de Planeamiento Educativo del Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP-UTU), trabajó junto con sus colegas del bloque en la Comisión de Reconocimiento de Estudios. “Se pudieron concretar tablas para la reválida de los títulos en áreas como construcción, electricidad, mecánica y electromecánica”, puntualizó la uruguaya, que destacó: “Ya nos planteamos un segundo desafío, que tiene que ver con fortalecer otras áreas tecnológicas, como la agraria, la audiovisual y la de la vestimenta”.

Según el documento de trabajo de los representantes, la implementación de las tablas implicará “que exista un reconocimiento automático por parte de las instituciones de los estudios realizados en los países del Mercosur y asociados, en forma recíproca; que los procedimientos de reconocimiento de los títulos técnicos sea más ágil; que mejore la comunicación e intercambio entre referentes; y que sea posible el desarrollo profesional-laboral de los egresados y la continuidad educativa en los países del Mercosur”.

“La migración recién llega a Uruguay, pero para otros países con otro volumen de estudiantes extranjeros esto era un desafío. Particularmente Argentina recibe mucha migración paraguaya y boliviana, y tienen trámites complejos de validación; ahora, con las tablas, se van a poder validar los títulos en cada provincia”, ejemplificó Verderese.

Interculturalidad

En relación con la educación básica se hizo fuerte hincapié en la primera infancia. El consejero detalló que los delegados ministeriales de los demás países visitaron centros públicos y privados y en las reuniones empezaron a delinear parámetros claros para definir qué se entiende por “calidad en primera infancia”. En la próxima presidencia, que estará a cargo de Argentina, tendrá lugar un seminario que terminaría por definir aspectos relacionados con la infraestructura, los aprendizajes y la formación docente para los primeros años de vida de los niños.

La comisión de Educación Media también tuvo un trabajo intenso. Se llevó a cabo un taller en el que cada país contó su experiencia. “Del trabajo en la comisión emerge que el tema es un problema de todos los países, ya que en todos hay propuestas de modificar la matriz de la educación media para garantizar que efectivamente todos los jóvenes lleguen al bachillerato. En Brasil hay una reforma de la enseñanza superior relacionada con cambiar no sólo lo curricular sino también la concepción que hay detrás de la educación media, porque no puede ser una cuestión propedéutica. En Argentina ocurre lo mismo, con una reforma más compleja por la forma en que se procesa en ese país la discusión. En Paraguay hay una situación similar, con la preocupación de que los gurises dejan de estudiar por acceder al mercado laboral”, ilustró Caggiani. Agregó que “esta comisión se creó para visualizar los posibles caminos de salida que está ensayando cada uno de los países”.

Otro de los grupos de trabajo abordó las escuelas interculturales de frontera. La idea es que en las escuelas cercanas a los límites de los países pueda reflejarse la interacción de la zona. “La experiencia implica un hermanamiento con escuelas que cercanas pero ubicadas en dos países diferentes, por ejemplo trabajando el portugués como segunda lengua, en el caso uruguayo. Implica generar proyectos en común”, explicó el consejero.

Plata en el banco

Uno de los principales desafíos del bloque es la ejecución del Fondo Educativo del Mercosur, al que aportan todos los países según la cantidad de estudiantes matriculados que tienen, con el objetivo de desarrollar proyectos que impacten en el sector educativo en clave regional, comentó Martina Lejtreger, directora de Relaciones Internacionales y Cooperación de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). “Hay una incapacidad total de ejecución del fondo: ninguno de los ministerios puede recibir la plata por cuestiones legales de cómo recibir fondos externos. Durante años se acumuló, por lo que hasta el momento asciende a unos tres millones de dólares que no se pueden usar”, explicó. En 2016 se ejecutó por primera vez una parte del dinero acumulado en ese fondo en dos proyectos que llevó adelante la ANEP: la cuarta edición del Parlamento Juvenil y un proyecto regional de pasantías. Lejtreger enfatizó que están “tratando de encontrar una institucionalidad en el Mercosur que permita ejecutar esto, porque nadie quiere generar intereses en el banco, sino ejecutar proyectos”.