Luisa Cuesta, incansable luchadora por los derechos humanos, falleció en la jornada de hoy.
Esta mujer “se constituyó en ejemplo de compromiso ético en nuestro país. Su ejemplo es un camino por la memoria y para que nunca más haya terrorismo de Estado”. Así la definió el historiador Álvaro Rico en 2013, durante la entrega del Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad de la República.
Durante la dictadura cívico-militar uruguaya, Luisa estuvo detenida en el Batallón de Infantería Nº 5 de Mercedes, del 28 de junio de 1973 hasta el 31 de enero de 1974. Declarada Ciudadana Ilustre de Montevideo en 2012, Cuesta luchaba para obtener verdad y justicia por su hijo Nebio, desaparecido en Buenos Aires el 8 de febrero de 1976, quien estaba exiliado en Argentina desde 1974. Una semana después del secuestro de Nebio, Luisa viajó a Argentina y realizó diversas denuncias para saber el paradero de su hijo. Tiempo después, desde ACNUR le aconsejaron abandonar el país y la región, y partió con su nuera y su nieta hacia Holanda, donde continuó con sus denuncias y se unió a otras madres que buscaban a sus hijos. En 1985 retornó al país, constituyéndose en una pieza clave del movimiento de los derechos humanos de Uruguay.
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