Ayer se conoció el informe del Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio (FA) sobre el uso que hizo de la tarjeta corporativa de Alur el ex presidente de la empresa y actual senador Leonardo de León. Desde la Lista 711, el sector de De León y también del ex vicepresidente Raúl Sendic, dijeron que el organismo actuó con “parcialidad” y que el dictamen podría provocar una “fractura” en el FA. Un integrante de la Mesa Política de la fuerza política opinó: “Lo de la fractura no estaría tan mal, pero creo que sería mucho más positivo que haya una amputación. Desgraciadamente, esta gente de la 711 no entiende indirectas y están empeñada en quedarse. Son como una enfermedad crónica”.
Tras la divulgación del informe, De León pidió licencia al Senado por lo que resta de la semana. En la carta que le envió a la vicepresidenta Lucía Topolansky explicó: “Necesitaría tomarme un par de días para reflexionar sobre los últimos acontecimientos, comer en una parrillada y cargar nafta. Mucha nafta. Como la Cámara de Senadores no tiene tarjeta corporativa, necesitaría una dotación monetaria especial. Según mis cálculos, y para no abusar del erario público, considero que con 40.000 dólares me alcanzaría”. El legislador aclaró que no piensa justificar los gastos, ya que “no se trata de viáticos para una misión oficial, sino del dinero que cualquier persona necesita para que su licencia tenga un efecto reparador y le asegure volver después de ella con las energías renovadas”.