David Mamet, que ha sido durante décadas uno de los nombres más célebres de la dramaturgia estadounidense y uno de los guionistas más prestigiosos de Hollywood, dejó saber que terminó de escribir una obra basada en la caída del productor y magnate cinematográfico Harvey Weinstein, detonante del movimiento Me Too y del mayor escándalo –o sucesión de escándalos– de la historia del cine en Estados Unidos. Mamet, caracterizado por su notable capacidad para escribir diálogos y por tratar temas candentes de la sociedad del país del norte, representando con pareja precisión los ámbitos políticos y los criminales, reveló en una entrevista con el diario The Chicago Tribune: “Estaba hablando con mi productor de Broadway, y él me dijo: ‘¿Por qué no hacés una obra sobre Harvey Weinstein?’. Así que la hice”.
Mamet parece así cantar primero en un tema que es un fierro caliente, pero que asegura atención inmediata a quien se anime con él. Sin embargo, sería difícil acusarlo de puro oportunismo o de subirse al carro del entusiasmo con que se desarrolla actualmente la ola de denuncias de acoso sexual, ya que el dramaturgo fue uno de los primeros en tratar el tema, ya en 1992, en su obra Oleanna (que tendría su versión cinematográfica –dirigida por el propio Mamet y protagonizada por William H Macy– en 1994), acerca de un caso en el que un profesor universitario perdía su cargo luego de que una alumna lo denunciara por una actitud inapropiada. La obra –aunque no hacía referencias directas– se consideró una alusión a la denuncia hecha por la abogada Anita Hill contra el juez Clarence Thomas, integrante de la Suprema Corte de Estados Unidos, a quien acusó de haberla acosado sexualmente cuando era su supervisor. Oleanna despertó muchas polémicas en su momento, ya que era una obra lo bastante ambigua como para que fuera considerada, por algunos, una denuncia del entonces novedoso debate sobre el acoso sexual y, por otros, una crítica al entonces no menos novedoso tema de lo “políticamente correcto” y sus supuestos excesos. La obra fue dirigida en Inglaterra nada menos que por Harold Pinter y ha tenido varios reestrenos, entre los que se destaca una puesta protagonizada por Bill Pullman y Julia Stiles.
“Cada sociedad tiene que confrontar el genio ingobernable de la sexualidad, intenta formas de tratar con ella y ninguna funciona muy bien. Hay una gran dificultad cuando estás cambiando de modo, que es lo que parece que estamos haciendo ahora. La gente se vuelve loca. Comienzan a destrozarse los unos a los otros”, dijo Mamet a The Chicago Tribune.
Mamet no adelantó nada acerca de qué punto de vista adopta su visión sobre el caso de Weinstein, y esto no puede presuponerse, ya que el guionista se ha caracterizado por ciertas aparentes contradicciones ideológicas: aunque suele ser considerado un artista más bien inclinado hacia la izquierda liberal, se ha declarado públicamente conservador y está afiliado al Partido Republicano. En forma preventiva (o prejuiciosa), en numerosos tuits se ha expresado contrariedad ante el anuncio, recordando la óptica más bien empática con la que Mamet presentó al ahora encarcelado productor musical Phil Spector en el telefilm biográfico que escribió y dirigió para HBO sobre él en 2013.