Los metaleros uruguayos (o los simples amantes de la música muy extrema) pueden empezar a ejercitarse para sacudir melenas y sacudirse uno al otro en el pogo, porque ayer se supo que dos leyendas vivientes del metal radical de los años 80 –las bandas Cannibal Corpse y Napalm Death– tocarán en Montevideo. Será un sueño realizado para quienes son auténticos fans del metal y no ocasionales turistas del género. Los dos grupos gozaron de un gran éxito (insólito, teniendo en cuenta lo poco melodioso de su música) a principios de los años 90, hasta que el fenómeno del más accesible grunge, desarrollado en Seattle y encabezado por Nirvana y Pearl Jam, fulminó temporalmente a todos los demás géneros relacionados con el rock pesado. Sin embargo, tanto Cannibal Corpse como Napalm Death se mantuvieron en actividad gracias a su fiel base de fans, y en los últimos años han comenzado a ganarse un público de nuevos seguidores que los están descubriendo, lo que explica y hace posible la gira mundial conjunta que traerá a ambas agrupaciones por primera vez a Uruguay.

Aunque en el complejo mundo de los subgéneros del metal los dos grupos están en ramas nominalmente distintas, lo cierto es que las propuestas de ambas son muy coherentes entre sí, y absolutamente contraindicadas para quienes piensan que Bon Jovi es una banda pesada. Napalm Death es la banda más veterana de las dos, y fue formada en Inglaterra en 1981, ligada no tanto a la escena metalera sino más bien a la del punk. Fue pionera y básicamente creadora del estilo que luego se conocería como grindcore, un híbrido entre punk hardcore y thrash metal que se caracterizaba por la intención expresa de tocar más rápido y fuerte que ninguna banda que la hubiera precedido. La velocidad de ejecución de Napalm Death era tal que fueron considerados por los medios ingleses una especie de chiste musical –algo reforzado por composiciones como “You Suffer”, que, con una duración de 1,3 segundos, tiene su lugar en el Libro Guinness de los Records como la canción más corta de la historia–: se lo veía como un grupo que no precisamente tocaba, sino que hacía brevísimas descargas de ruido demente con alguien aullando o berreando guturalmente encima. Pero desde la publicación de su primer larga duración, Scum, en 1987, Napalm Death demostró que su motivación no era tanto el humor como la experimentación artística, así como una concepción muy combativa y politizada de su música y sus (generalmente inentendibles) letras, pero casi de inmediato los integrantes del grupo se dispersaron en proyectos tan diversos y creativos (pero siempre hostiles y extremos) como Scorn, Carcass, Head of David, Painkiller o Godflesh, abriendo caminos en géneros como el metal industrial, el ambient o el rock indie.

Esas búsquedas y la rotación de integrantes hicieron que la formación de la banda tuviera muchos cambios, pero desde 1992 Napalm Death conserva la misma integración, encabezada por el bajista Shane Embury y el bestial vocalista Mark Barney Greenway. La principal diferencia es que han bajado revoluciones desde aquel frenesí original, para convertirse en un grupo que alterna el grindcore con el death metal (un tanto más lento).

Y hablando de death metal, la banda que encabeza la gira puede considerarse, si no la fundadora (un puesto que se disputan Death y Possessed), una de las pioneras y más notorias –para bien o para mal– representantes de ese subgénero: Cannibal Corpse. Se formó en 1988 en Buffalo (Nueva York) pero rápidamente se mudó a Florida, el estado que se volvió la capital del death metal, y se destacó rápidamente en ese estilo, caracterizado por las voces guturales, la violencia de los textos, los tempos veloces y una complejidad estructural que no siempre notan (por la brutalidad general) los no familiarizados, por un sentido del humor un tanto enfermizo y una obsesión por el gore que hacía que todas sus letras trataran de horrores ultraviolentos provenientes de la imaginería del cine de zombis y asesinos en serie.

La banda llamó la atención –y atrajo sobre sí controversias y censura– por las morbosísimas tapas de sus discos, conocidas y memorables incluso para muchos que jamás la escucharon, ya que suelen aparecer cuando alguien presenta en internet una recopilación de las portadas que considera más chocantes. Cannibal Corpse se volvió, además, esencial en el auge del death metal a principios de los 90, al aparecer en la película Ace Ventura, detective de mascotas, invitados por el protagonista, que era un inesperado admirador del grupo: el comediante Jim Carrey. Liderados por el bajista Alex Webster, el baterista Paul Mazurkiewicz y el vocalista George Corpsegrinder Fisher (lo más parecido a cómo sonaría King Kong si se pusiera a cantar metal), Cannibal Corpse tuvo un resurgir de su popularidad el año pasado, gracias a la edición de su álbum número 14, Red Before Black, que los mostró en plena forma musical, de modo muy oportuno en un momento en el que su estilo goza de cierto resurgimiento.

La presentación de ambas bandas en Montevideo, prevista para el 13 de setiembre en la Sala del Museo (Rambla 25 de Agosto, entre Pérez Castellano y Maciel), va a ser una oportunidad única para ver en la misma ocasión a dos clásicos del metal extremo. No es para todo el mundo, pero para los que sí, se trata de una fecha ineludible e histórica.