La asociación de ex presos políticos Crysol se reúne hoy con el prosecretario de la Presidencia de la República, Juan Andrés Roballo. La organización había solicitado un encuentro con el presidente Tabaré Vázquez en una carta enviada el martes. En ella piden al gobierno que “adopte las medidas pertinentes” para que la fiscalía especializada de Derechos Humanos (DDHH) para el pasado reciente “cuente con todos los recursos materiales, humanos y logísticos para que pueda cumplir con sus cometidos de una manera con real impacto”. Le solicitan también que emita “una orden terminante a todos los ministerios de que actúen de una manera enérgica, rápida y eficaz en todos los requerimientos que reciban por parte del Poder Judicial en esta temática”.

En la carta, los ex presos políticos denuncian que “la falta de actuación” del Poder Judicial en las causas vinculadas a la dictadura “ha impedido avanzar”, especialmente en relación con averiguar el paradero de los detenidos desaparecidos. Sostienen que actualmente en la Suprema Corte de Justicia hay una “mayoría hegemónica provictimarios”, liderada por la presidenta del organismo, María Elena Martínez, y secundada por los ministros Jorge Chediak y Eduardo Turell. Exigen dar “amplia participación” en los procesos de búsqueda a las organizaciones sociales que representan a las víctimas.

Crysol conversará hoy con Roballo sobre estos reclamos. Al mismo tiempo, para la eventual reunión con Vázquez, la asociación de ex presos políticos discutirá otras propuestas. Entre ellas, la del ex preso político Lewis Rostán, que reclama que se revise un decreto aprobado en el gobierno de José Mujica que obstaculiza el control civil sobre los militares. Gastón Grisoni, presidente de Crysol, dijo a la diaria que esta propuesta se analizará en la directiva de la asociación y se resolverá si se incluye en los planteos que se harán a Vázquez.

Un año después de su asunción como ministro de Defensa Nacional, en mayo de 2012, Eleuterio Fernández Huidobro modificó el Reglamento Orgánico Funcional de la Administración Superior del Ministerio de Defensa Nacional. El cambio se produjo en tres artículos y en pocas palabras, pero que cambian sustancialmente la relación de civiles y militares en dos dependencias de la cartera. Según denuncia Lewis Rostán, este decreto de 2012 “limita el control civil sobre las Fuerzas Armadas” y es contrario a la Ley Marco de Defensa Nacional aprobada en 2010.

El reglamento orgánico funcional de 2010 dio, tanto a la Dirección General de Recursos Financieros como a la Dirección General de Recursos Humanos, la “superintendencia jerárquica” en las áreas de Planeamiento y Presupuesto, Financiero-Contable, Contabilidad, Tesorería, Unidad de Gestión Económico-Financiera, y en todas las áreas de personal civil y militar. Estableció que los civiles que ocupaban esas direcciones podían comunicarse “en forma directa” con los integrantes de las áreas mencionadas.

El decreto firmado por Fernández Huidobro y el ex presidente José Mujica el 15 de mayo de 2012 sustituye la “superintendencia jerárquica” por la “supervisión”, y dispone además que las direcciones de Recursos Financieros y de Recursos Humanos deberán comunicarse con sus integrantes “por el conducto de mando”; en otros términos, que los jerarcas civiles de esas dependencias no podrán comunicarse directamente con sus subalternos, sino que deberán hacerlo por intermedio de los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas.

Rostán aseguró que esta norma dificulta tanto las investigaciones sobre corrupción en la órbita militar como las investigaciones vinculadas a la dictadura. “Por ejemplo, con esta modificación la Dirección General de Recursos Financieros no podrá investigar directamente los fraudes en la Marina, como lo hizo durante la administración [de Luis] Rosadilla. Tampoco se podrá investigar directamente las historias clínicas del Hospital Militar, como se hizo durante la gestión de Rosadilla. Ahora todo tiene que pasar por las manos de los Comandantes en Jefe de cada arma, lo que dificulta enormemente el control civil”, denunció Rostán.