Ayer fue la bienvenida a los estudiantes que comienzan sus cursos en la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA) de la Universidad de la República en distintos centros de privación de libertad. A participar en ese acto fueron a la Unidad Nº 4 Santiago Vázquez (ex Comcar) el decano de la facultad, Rodrigo Arim, y docentes y estudiantes que integran una comisión cogobernada que fue la encargada de la redacción del Protocolo para la inserción de estudiantes privados de libertad. El docente Felipe Berrutti explicó que el protocolo establece los procedimientos para la inscripción, para el cursado y para las pruebas, así como los tiempos de estudio. También aporta información sobre las becas a las que pueden acceder los estudiantes y establece la necesidad de que los estudiantes privados de libertad cuenten con un espacio de estudio personal. Para eso, aseguró Berrutti, “es fundamental que nos digan” en qué condiciones se encuentran para estudiar, y desde la facultad se buscará la forma de lograrlo. Analía Rivero, coordinadora de la Unidad de Extensión y Relacionamiento con el Medio de la FCEA, afirmó que la facultad “no está habituada a recibir privados de libertad” y que, a partir de la experiencia de 2017, se creó la comisión cogobernada para trabajar específicamente el tema.

Camila Paleo y Matías Strehl concurrieron en representación del Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas y de Administración (CECEA), que el año pasado gestionó las tutorías para acompañar el estudio de los estudiantes privados de libertad. El CECEA mantendrá las tutorías, pero Paleo reclamó que “se dependa menos del apoyo de estudiantes del CECEA y que sea la institución la que pueda cubrir todas las necesidades”.

Entre los presos inscriptos en la FCEA estaba Juan, que se había anotado hacía diez años, cuando estaba “afuera”, y ahora tiene “la esperanza de por lo menos ir avanzando en la carrera”. Arim dijo que está contento “porque lo que pasó el año pasado fue el comienzo de algo que está tomando dimensiones más grandes”. Reconoció que desde la facultad “no estamos acostumbrados para desarrollar la enseñanza con estas características” y que “no siempre tenemos las mejores herramientas para atender la situación de todos los estudiantes, pero tenemos la vocación de hacer el camino lo más sencillo posible”.