Está cumpliendo 15 años el Centro Cultural de España (CCE) en Montevideo, que forma parte de una red internacional de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) en países de América Latina y en Guinea Ecuatorial. En el marco del festejo por ese motivo, y con un programa dedicado a cuestiones de género y feminismo en sintonía con el mes de marzo, propone una cargadísima agenda marcada por el diálogo entre cultura y feminismo. Así, cada propuesta transita desde las calles hasta la sala, desde el deseo y el goce hasta los manifiestos políticos, la denuncia y la parodia, a la vez que se reivindica la libertad y se estimulan transformaciones individuales y colectivas.

Este Mes de los Derechos de las Mujeres comenzó ayer con las muestras Feminisarte IV (ver recuadro) y Jaque, en la que un conjunto de artistas se propuso explorar los márgenes del transfeminismo (corriente del feminismo que “amplía los sujetos del feminismo y abarca a otras personas” también oprimidas por el patriarcado, que no necesariamente han de ser mujeres), con la curaduría de Lucía Ehrlich, artista performática y fotógrafa. Según comentó Ehrlich a la diaria, la muestra expone diversos goces desde una visión política que, al mismo tiempo, concibe a las identidades como ficciones y como territorios a ocupar. “El texto curatorial habla de habitar los márgenes, las disidencias, y esto tiene que ver con ubicarse más en el transfeminismo que en el feminismo”, plantea, y dice que las artistas que participan en Jaque (Agustina Beceiro, Vicky Carranza, Pía D’Andrea, Mayra da Silva, Hekatherina Delgado, Victoria de Mello, la propia Ehrlich, Irene Guiponi, Valentina Ibarlucea, María Eugenia Mahía, María Mascaró y Agustina Mateu) intentaron ocupar el goce como su propio territorio político, “entendiendo que el neoliberalismo, el capitalismo y el patriarcado juegan un rol importante en lo que tiene que ver con su producción”.

Este enfoque surge al pensar en aquello que “nos mueve en nuestras motivaciones, militancias o acciones que, en verdad, siempre giran en torno a un goce”, concebido como una práctica cotidiana y consecuente. De este modo, se proponen trazar una tensión y dar el jaque a lo cotidiano aludido en el nombre de la muestra –“porque ocupamos los territorios que se nos abren”–, para así apropiarse de los distintos espacios y potenciarlos.

“Hay un discurso que corre por izquierda al feminismo”, advierte la curadora, argumentando que “la búsqueda de libertad tiene que ver con la libertad individual”. “Y, a su vez, desde la izquierda político-partidaria dicen que el feminismo anula la lucha de clases, porque piensa en libertades individuales y no en colectivo. Nosotros buscamos la libertad, pero esta libertad no puede pensarse sin otras personas y es una libertad absolutamente política, porque no está desmarcada del territorio al que pertenecemos, no está aislada de los otros cuerpos, no se sale de contexto”, algo que sí caracteriza a la concepción “neoliberal” del ejercicio de la libertad.

En algunas de las obras incluidas, María Mascaró exhibe los estereotipos de belleza que expropian y suprimen sus variantes, por medio de una sección del diario El País; y Mayra da Silva registra la transición del pelo lacio a la mota, evidenciando los cánones de belleza predominantes. Hay muchos otros trabajos, en un marco que incorpora videoinstalaciones y performances.

Prensa y cine

El miércoles 14 (a las 19.00) se llevará a cabo el primer encuentro del ciclo Debates 15x15, esta vez dedicado a la temática del periodismo: Eduardo Delgado, Denisse Legrand, Helena Suárez y Pía Supervielle debatirán a partir de preguntas: ¿existen en Uruguay medios de comunicación que trabajen la perspectiva de género?, ¿cómo es un periodismo feminista?, ¿cómo es posible que esa manera de encarar el periodismo incida en las estructuras de producción o llegue a modificarlas?, ¿cómo se puede lograr que la perspectiva de género permee el trabajo cotidiano?

A su vez, cada lunes de marzo se presentará el ciclo Cine político dirigido por mujeres, integrado por trabajos documentales y cortometrajes que se proponen visibilizar el trabajo de las mujeres en la dirección, además de ofrecer una perspectiva de las realidades a las que se enfrentan. En ese marco, el lunes 20 se exhibirá el largometraje Migas de pan (2016), de Manane Rodríguez, en el que se abordó la vivencia –por tanto tiempo invisibilizada– de muchas mujeres que fueron violadas en la cárcel, en la última dictadura militar, y se presentará la edición de esa obra en DVD. Al cierre, habrá un diálogo entre las actrices Stefanía Crocce e Inés Lage (participantes en la película) y las ex presas políticas Ivonne Klingler y Sonia Mosquera.

Entre las diversas actividades (el programa completo se puede consultar en la página de Facebook del CCE), este viernes, a las 19.30, la escritora y columnista Andrea Durlacher ofrecerá un encuentro de escritura al aire libre. En su caso, concibe el espacio del taller literario como un “motor cotidiano para que el participante pueda conectarse a fondo con lo que necesita decir”. “A mi entender, ahí está la clave”, sostiene, a la vez que plantea un concepto que también estará presente a lo largo de esta sesión de escritura. Hasta el viernes hay tiempo para postularse como participante en el taller Sacando los trapitos al sol, de la fotógrafa y fotoperiodista Manuela Aldabe, dedicado a niños y adolescentes, que se realizará los sábados 10 y 17, de 14.00 a 16.00. Aldabe abordará la importancia de comunicar la violencia de género mediante la fotografía, y para eso propone trabajar una antigua técnica fotográfica conocida como cianotipo. Según adelanta, en el taller “haremos todo el proceso artesanal de la fotografía: mientras preparamos el papel fotográfico y el lienzo, exponemos al sol, revelamos, ponemos a secar e intervenimos con pintura; nos proponemos representar las distintas identidades femeninas”.

De todas partes

Feminisarte IV es una exposición internacional y multidisciplinaria que implicó a 18 mujeres artistas de Brasil, España, Colombia, Ecuador, Italia, México y Suecia, e interrelaciona géneros y prácticas artísticas desde una posición feminista. Esta muestra cuenta con la curaduría de la española Margarita Aizpuru, historiadora, crítica de arte y fundadora de la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales, que hoy a las 18.30 brindará una conferencia sobre su experiencia en el medio. La muestra apunta a deconstruir el carácter estático de las identidades, a evidenciar las formas brutales o sutiles de la violencia, a señalar estándares heredados, a resignificar el cuerpo y sus paradigmas. Con esa intención, se sucede una gran diversidad de obras, entre ellas cuadros que remiten al pop-up y escenifican los clichés asignados a lo femenino (Amalia Ortega); parodias del estereotipo de la mujer flamenca (María Cañas); exploración de la violencia de género y la sumisión, que en algunas ocasiones se combinan con materiales tradicionalmente asociados a la mujer y lo doméstico, con ingenio y una logradísima técnica de bordado (Anna Jonsson); un abordaje de la mastectomía y la tiranía de las instituciones médicas (Mara León); otra acepción del fotoperiodismo (Ambra Polidori); la mutación del cuerpo (Marina Núñez); el cuestionamiento de la representación y las imposiciones del orden sociocultural en un casting de estrellas de Hollywood, o una geisha que se transforma en punk (Carmela García). Así es como Feminisarte construye un conjunto heterogéneo, integrado por capas de múltiples discursos y lecturas, que interpelan e interrogan al público, invitándolo a cuestionar y reorganizar sus concepciones y vínculos.