Las declaraciones del director nacional de Policía, Mario Layera, generaron sorpresa y molestia en el Frente Amplio. Layera dijo a El Observador que Uruguay se encamina a “un escenario como El Salvador o Guatemala” y que “el Estado se verá superado” ante la delincuencia. Cuestionó al Ministerio de Desarrollo Social y al Banco de Previsión Social por no darle información a la Policía que le permita “ver el perfil de la gente con la que estamos tratando”. Afirmó también que el gobierno tiene “temor” de “tomar decisiones difíciles para contener esto”.

El sector Casa Grande pedirá la remoción de Layera porque entiende que sus declaraciones fueron “gravísimas”, “muy irresponsables” y “dejan muy mal parado a todo el gobierno”, dijo a la diaria Rafael Paternain, senador suplente del sector. “Nosotros vamos a solicitar la remoción del director de la Policía Nacional, porque no nos representa su pensamiento ni su forma de ver los problemas de fondo. Además, sus declaraciones tienen un impacto político absolutamente inconveniente y comprometen a todo el gobierno del Frente Amplio, no sólo al Ministerio del Interior”, advirtió.

Paternain sostuvo que el ministerio o el propio presidente Tabaré Vázquez “tendrían que tomar una decisión radical”. “Sobre todo porque muchos sectores dentro de la izquierda hemos tratado de mantener un equilibrio entre una crítica con una perspectiva de izquierda y también mucha responsabilidad política. Acá tenemos una crítica que es de derecha y con un nivel de absoluta irresponsabilidad política. Se dan las dos condiciones para que alguien no se pueda sostener en un cargo de confianza política en un gobierno del Frente Amplio”, destacó.

El sociólogo y legislador recordó que el gobierno atraviesa una coyuntura complicada en materia de seguridad. “Hay algunos indicadores que son muy preocupantes. Las tasas de homicidio se han disparado, venimos de una interpelación muy dura, dentro de la izquierda hay posiciones encontradas en torno a esto [la seguridad], entonces, que un director de la Policía termine dando argumentos que por otra parte son avalados, en su catastrofismo, por la visión más propiamente conservadora y de derecha, genera una cantidad de consecuencias”, insistió Paternain.

Consideró que en las afirmaciones de Layera subyace la idea de que “las políticas de policiamiento hacen lo que pueden” y que no hacen más por “restricciones legales” y porque “el gobierno no se atreve a hacer lo que hay que hacer”, y que al mismo tiempo las políticas sociales “son deficitarias y no colaboran” con la Policía. “Podemos tener una visión muy negativa sobre los problemas de la seguridad, podemos estar todos muy preocupados pero no abonamos ese enfoque de entender el proceso social desde esas claves”, sostuvo Paternain, y agregó que se quiere imponer “la idea de la profecía autocumplida” utilizando “la amenaza” y “el terror: si no hacemos tal cosa, llegaremos a una posición peor”. Evaluó que las declaraciones del jerarca policial están en línea con una tendencia conservadora que ubica a las políticas sociales en el foco del problema. Acotó que la izquierda “necesita hacerse muchos replanteos” sobre las políticas sociales pero remarcó que no debe ignorarse que “hay una lógica de gestión de la seguridad desde hace muchos años en Uruguay, que ha tenido a Layera como una de sus cabezas, cuyos efectos también son muy nocivos en términos del capital social más vulnerable”, porque generan “segregación, violencia institucional y rompen las posibilidades de generar comunidad y redes alternativas al encarcelamiento”.