Medios de comunicación de todo el mundo daban cuenta ayer del fallecimiento del periodista y escritor estadounidense Tom Wolfe, una figura clave del Nuevo Periodismo, una corriente surgida en Estados Unidos en la década de los 60 del siglo pasado, que se caracterizaba por la introducción de la literatura y la investigación en profundidad. “La importancia de la obra de Tom Wolfe quedó reflejada en que el obituario que publicamos en nuestro portal de internet, con una foto sin pie ni crédito y un texto de 250 caracteres, tuvo miles de clics. Casi alcanza al artículo sobre las cosas que se deberían evitar cuando se está en medio de una dieta detox”, relató el director de un periódico local. En Estados Unidos, el periódico The New York Times confirmó la publicación de por lo menos una obra póstuma de Wolfe: una exhaustiva investigación periodística sobre la vida después de la muerte. El editor del periodista aseguró que se trata de un tema “que a Tom le interesaba mucho, pero sobre el que nunca había escrito porque sentía que no tenía posibilidades se sumergirse en ese mundo lo suficiente como para lograr una visión profunda que fuera más allá de lo superficial. Ahora claramente tiene esa posibilidad”. La principal interrogante es cómo hará Wolfe para hacer llegar su investigación. “Para nosotros es un misterio, porque nunca recibimos material de alguien que ya no estuviera vivo. Pero es parte de lo que esperamos averiguar con el trabajo de Tom”.