Los sindicatos de camioneros de Brasil mantienen una huelga desde hace cinco días por la suba de los precios de los combustibles. En el marco de la protesta, también han bloquado un total de 534 autopistas en 25 estados a lo largo de los cinco días.
Como consecuencia, ayer empezaron a verse situaciones de desabastecimiento en distintas partes de Brasil. Las estaciones de servicio se han quedado sin combutible, los hospitales advierten que tienen pocas medicinas y algunos supermercados empezaron a quedarse sin algunos alimentos, incluso en grandes ciudades como Río de Janeiro. Esto ha llevado, entre otras cosas, a que se suspendan las clases en algunos municipios, a que mermara el servicio de transporte público y que se cancelaran algunos vuelos en el aeropuerto de Brasilia.
Ante esta situación, ayer se produjo una reunión entre el gobierno y los sindicatos. El Ejecutivo informó que hubo un acuerdo de tregua a cambio de una reducción de 20% del precio del combustible “en los próximos días”. Por su parte, los sindicatos negaron que se alcanzara un acuerdo y hoy se mantuvieron el paro y los bloqueos. “No vamos a permitir que la población se quede sin los artículos de primera necesidad, que los hospitales se queden sin insumos para salvar vidas y que los niños se queden sin escuela”, aseguró el presidente, Michel Temer, en un discurso brindado desde Planalto. El gobierno, agregó, tiene “el coraje de usar su autoridad en defensa del pueblo brasileño”.
A continuación, Temer firmó un decreto que autoriza a las Fuerzas Armadas a actuar para garantizar el abastecimiento de productos básicos. Entre otras cosas, los militares fueron habilitados para tomar el dominio de los camiones y retirarlos de las rutas que mantienen cortadas.
La medida del gobierno causó reacciones diferentes en los sindicatos de camioneros: algunos pidieron a sus afiliados que desbloqueen las rutas por temor a la represión militar y otros solicitaron redoblar las medidas de fuerza. Según indicó la Policía de Carreteras de Brasil a la Agência Brasil, la mayoría de los bloqueos se mantienen. Sin embargo, desde el Ejecutivo anunciaron que 45% de ellos ya fueron desmantelados.