La imagen de Pablo Picasso riéndose mientras se enjabona en una bañera es uno de los 25.000 registros que el fotógrafo y reportero estadounidense David Douglas Duncan tomó de su amigo pintor. Este fotoperiodista, que falleció a los 102 años en un hospital de la Costa Azul francesa, fue uno de los fotógrafos de guerra más importantes del siglo XX, sobre todo por sus trabajos sobre la Segunda Guerra Mundial, y su cobertura de uno de los enfrentamientos más sangrientos, como fue la batalla de Okinawa (1945), y de la guerra de Vietnam. Pero también fue enviado especial de la revista Life para cubrir conflictos internacionales en Europa del Este, Turquía y Oriente Medio.
Hace cinco años, cuando Duncan donó al Museo Picasso de Barcelona un centenar de imágenes, recordó cómo conoció al pintor malagueño: “Fue el 8 de febrero de 1956. Me presenté en su casa de La Californie, cerca de Cannes, diciendo que era amigo del también fotógrafo Robert Capa. Jacqueline [segunda esposa de Picasso] me cogió de la mano y me llevó al segundo piso, donde, dentro de la bañera, estaba él, desnudo. Le dije si le podía hacer una fotografía y me dijo que sí. Esa fue la primera vez”.