El Frente Amplio (FA) comenzó a debatir cuáles deberían ser los pasos a seguir a raíz del procesamiento del ex vicepresidente Raúl Sendic. Un dirigente de la fuerza política reconoció que el hecho de que ya no queden sectores frenteamplistas que reivindiquen el uso de las armas como forma de hacer política “reduce considerablemente el espectro de las acciones posibles, porque este tipo de problemas se puede resolver en forma muy fácil con un chumbo. Pero bueno, nosotros decidimos abrazar la democracia burguesa, así que no nos podemos quejar”.

La principal preocupación en la interna frenteamplista es que el ex vicepresidente decida candidatearse en 2019 y esto perjudique el desempeño electoral de toda la coalición. “Es cierto, el tema nos preocupa, pero ya tenemos una estrategia pensada que no puede fallar: pasamos nuevamente a la clandestinidad, como en la dictadura, así Sendic no se entera de dónde se hacen las reuniones. Porque si desde el punto de vista reglamentario no se lo sanciona, no se le puede impedir la entrada a una reunión. La única que nos queda es que directamente ni se entere y, por la vía de los hechos, quede afuera de la estructura”, aseguró un integrante de la Mesa Política del FA. El dirigente agregó que volver a ser un partido proscripto “nos puede servir también para recuperar un poco la mística perdida, algo que, de paso, nos podría ayudar a que la gente como Sendic no llegue a ocupar un cargo más alto que secretario de finanzas de un comité de base”.