El director de la Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior, Fernando Gil, sostuvo en su blog personal que el Uruguay conocerá un “triste récord en materia de violencia” cuando se den a conocer las estadísticas de delitos de este año.

“El Uruguay se apronta a reconocer, con datos objetivos, una de sus peores estadísticas de delitos desde que se lleva registro. Lejos de los guarismos a la baja con que cerró los años 2016 y 2017, este 2018 marcará un triste récord en materia de violencia. Una combinación de varios factores llevaron a esta realidad de la que quedará prueba inequívoca para entenderla e intentar buscar una solución que la revierta”, informó Gil en su blog, según consignó Montevideo Portal.

Para Gil, solo un cambio cultural puede intervenir eficazmente para propiciar la baja de los delitos. Según advirtió, “pocos lo verán así y, en cambio, harán uso y abuso de esos datos para abonar a sus propios intereses. En esa práctica abusiva perdemos todos y, mientras tanto, Uruguay se desangra en manos de la violencia. Ultraviolentos, en eso están algunos uruguayos, y lo dejan marcado a sangre”, aseguró.

El jerarca sostuvo que también existen “tristes fallos que se contraponen al sentido común y a toda lógica”, y que “dejan vía libre a delincuentes que viven del delito y no encuentran sanción acorde a su conducta. No son todos los casos, pero bastan algunos para que el mensaje se transmita y sirva de aliciente a esos colectivos que actúan al margen del acuerdo social que nos rige”, opinó.

Gil también sostuvo, no obstante, que la suba de delitos se explica también porque los policías cuentan con nuevas tecnologías que mejoran los registros. “Con la incorporación de tablets se mejora el registro de los eventos policiales en una cifra que ronda el 40% de los registros, en procura de bajar la cifra de no denuncia con el correspondiente incremento de las estadísticas”. No obstante, para el jerarca “estas son solo algunas de las razones que se pueden desglosar para entender una realidad que nos golpea actualmente pero que no termina de explicar la razón de la violencia que acompaña el registro. Esa violencia es algo que va en aumento y que parece no tener un techo, por lo menos en el corto plazo”, advirtió.

Finalmente, para Gil es “imperioso un gran acuerdo nacional que renueve el pacto social que nos compromete a vivir en colectivo y que promueva acciones que bajen los niveles de intolerancia que vivimos, padecemos y hasta protagonizamos a diario”. Según dijo, ese esfuerzo que se necesita “excede el trabajo policial y por ende de la cartera asignada a la seguridad interna”. “No será policial la solución pues la Policía actúa en respuesta la más de las veces, aunque puede y debe apostar a la prevención. Una prevención que hoy se aplica pero que es invisible por su propia razón de ser: lo que se evita no se puede medir, aunque bastaría ver el entorno regional para poder simular un escenario aún peor al actual”, advirtió.