Carlos es el quinto adolescente que se mata bajo la tutela del Estado en una cárcel de adolescentes bajo la actual gestión del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (INISA). A pesar de que tenía 16 años, Carlos estaba recluido en Desafío, centro destinado a adolescentes de entre 13 y 15 años.

Por motivos que aún se desconocen, el domingo pasado en el horario de visita se colgó con una sábana. Lo encontró su compañero de celda y dio aviso a los trabajadores del lugar.

El caso anterior se registró en enero. Franco, un adolescente que había ingresado hacía 15 días al sistema, se mató en el Centro de Ingreso, Estudio, Diagnóstico y Derivación. En el caso de Carlos, le quedaba muy poco tiempo para irse en libertad.

El INISA tiene actualmente unos 300 adolescentes privados de libertad bajo su dependencia. Es una baja considerable respecto al promedio que se registró en los últimos años, que ronda entre los 500 y 700 adolescentes presos.