Los restos del dictador español Francisco Franco abandonaron ayer el mausoleo del Valle de los Caídos, en donde se encontraban desde 1975. Políticos y analistas consideraron que este hecho es un alivio en varios sentidos. “Es muy positivo que el dictador ya no tenga un lugar que le rinda homenaje. Pero también es un alivio que se podamos desechar, más allá de cualquier duda, la teoría de que Mariano Rajoy era en realidad Francisco Franco disfrazado”, declaró un dirigente socialista. Desde un editorial del periódico El País se recordó que la posibilidad de que el dictador aún estuviera vivo y hubiera adoptado la identidad de un dirigente del Partido Popular para seguir gobernando “era algo que desvelaba a muchos”. “Realmente era difícil creer que una persona de 60 y pocos años como Rajoy tuviera unas ideas tan reaccionarias. Pero ahora que se comprobó que los restos estaban en el Valle de los Caídos, todos podemos dormir más tranquilos, sabiendo que el riesgo de que vuelva el franquismo es muy bajo”.