El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, fue acusado por la Justicia de su país por varias irregularidades cometidas como jefe de Estado. Según la Fiscalía israelí, el gobernante recibió centenares de miles de dólares en costosos regalos a cambio de favores políticos. “Este proceso es una farsa; me están persiguiendo por ser judío, tal como nos perseguían en la Alemania nazi”, denunció Netanyahu. Consultado sobre el hecho de que el fiscal general, Avichai Mandelblit, junto con la inmensa mayoría de los integrantes del Poder Judicial son judíos, el primer ministro se limitó a decir que “claramente son personas que tienen vergüenza de ser judíos, y por ello les dan la espalda a sus hermanos”.

Una condena firme podría derivar en una salida del poder de Netanyahu, pero el líder del gobierno israelí confía en que va a poder evitar este extremo, ya que cuenta con el apoyo del presidente estadounidense, Donald Trump. “Nos unen varios objetivos en común y la defensa de la democracia como forma de gobierno, así que si quieren procesarme, que lo hagan, pero les recomiendo que vayan construyendo un buen escudo antimisiles”, advirtió.