El presidente Tabaré Vázquez le presentó a su sucesor, Luis Lacalle Pou, dos propuestas para su mandato. Una de ellas consiste en invertir 150 millones de dólares en una represa y planta de tratamiento de aguas en el río Santa Lucía, y la otra es una norma para que el Fondo Nacional de Recursos sólo financie los medicamentos aprobados por el Ministerio de Salud Pública, de modo de evitar los recursos judiciales de pacientes. “La idea era mandarle las propuestas dentro de un regalo de Navidad que le íbamos a hacer: un precioso caballito de madera con mucho lugar dentro para colocar documentos. Pero en el marco de las medidas de austeridad que impulsamos, tuvimos que abandonar la idea y entregárselas así nomás, dentro de un sobre de papel”, relató Vázquez.

El mandatario reconoció que es muy difícil que sus propuestas sean aceptadas por Lacalle Pou. “Si hubiéramos conseguido el caballo de madera era otra cosa, porque cuando una idea va camuflada en el interior de una muestra de buena voluntad, lógicamente genera una predisposición positiva en quien la recibe. Cuando la idea va expuesta, la cosa cambia”.

En el entorno del presidente electo admitieron que “si estas propuestas hubieran venido en un caballo de madera capaz que Luis las aceptaba, porque como a él le gusta pensar por la positiva, le costó darse cuenta de que limitar la posibilidad de acceder a medicamentos por vía judicial era un suicidio político”.