“Este es un acto político, es un acto de gobierno”, comenzó Tabaré Vázquez su discurso de rendición de cuentas en el Antel Arena, para luego agregar que el acto “complementa” el envío al Parlamento de la rendición de cuentas del año 2018 y subrayar que se realizaba en el marco de “un gobierno de cercanía, con la gente, del lado de la gente, para la gente”.

El presidente utilizó como referencia los diez compromisos que presentó el 1o de junio de 2014, cuando fue electo candidato presidencial del Frente Amplio: implementación del Sistema Nacional de Cuidados, descentralización de la política, digitalización del gobierno nacional, estrategia educativa, plan nacional de vivienda, política tributaria y económica, infraestructura, seguridad pública, Sistema Nacional de Competitividad y plan nacional de cultura democrática y humanista. En su discurso, reiteró en varias oportunidades que su gobierno es guiado por la búsqueda de una mayor justicia social y solidaridad, “para estar al lado del que más lo necesita, con un amor profundo a la libertad en todas sus formas y a la democracia, no solo como sistema político sino como forma de vida, y un amor y respeto por todos los derechos humanos”. También señaló que va a trabajar hasta el último día para cumplir con las metas trazadas en su momento: “vamos a gobernar los 1.825 días de nuestro gobierno”, aseguró.

Vázquez aprovechó su discurso para posicionarse sobre algunos de los temas de la campaña electoral. Por ejemplo, al hablar de las mejoras en la economía durante estos cuatro años de su gobierno destacó que el Salario Mínimo Nacional creció 314% entre 2004 y 2019 y agregó: “debe haber un salario mínimo nacional que proteja a los más débiles, a los trabajadores (…) No estamos de acuerdo en que se suprima el salario mínimo nacional”. En cuanto a los Consejos de Salarios, señaló que durante un período de tiempo (previo a los gobiernos del Frente Amplio) no estuvieron en funcionamiento y aseguró que “tiene que existir negociación colectiva” para “buscar acuerdos y caminos de soluciones pacíficas a los problemas que puedan existir”. Además, el mandatario se refirió al déficit fiscal que, reconoció, hay que “trabajar para disminuir, que no es fácil”, para lo cual es necesario apuntar “al núcleo fuerte de la economía, servicios y prestaciones del Banco Central, y al estudio de las pasividades en general, por las problemáticas que estas encierran y que va a haber que enfrentar en algún momento”.

La seguridad pública fue otro de los temas abordados por Vázquez. “Parece que el gobierno no quisiera hablar de educación y de seguridad, pero queremos hablar de eso”, aseguró, antes de agregar: “Es cierto que en seguridad tenemos un problema, nos duele profundamente cuando nos enteramos de un robo, una rapiña o un asesinato, es duro para nosotros ver todas esas cosas (…) No vivimos en una burbuja, tenemos los pies bien puestos sobre la tierra”. El mandatario añadió que el gobierno está “todo lo que está a su alcance para luchar contra este flagelo” y, entre otras cosas, mencionó las mejoras en la Policía Nacional. “Hoy nadie puede decir que no estamos desarticulando bandas delictivas, en Montevideo y en el interior”, destacó, algo que se está haciendo “sin generar espirales de violencia y sin recurrir a sistemas fallidos, como la militarización”. También se refirió en particular a su promesa de reducir 30% las rapiñas y consideró que si se mantienen las tendencias actuales “en un tiempo prudencial, quizás no en este período de gobierno, se podrá llegar a una reducción de 30% de las rapiñas”.

Otro tema de actualidad abordado por el presidente fue el de la política exterior de Uruguay y, en particular, su postura ante la crisis en Venezuela. “Fomentamos, siempre, desde el principio, el diálogo y la resolución pacífica a la crisis que experimenta Venezuela. No nos duelen prendas, no somos neutrales, porque cuando hubo que optar entre la paz y la guerra, optamos por paz, xq cuando muchos sacudían tambores de guerra”, manifestó en este sentido. “No aprobamos ningún tipo de injerencia externa, porque somos fieles a lo que ha sido Uruguay a lo largo de la historia. Defendemos la autodeterminación, la soberanía de los pueblos, la no intervención en asuntos internos y la solución pacífica de las controversias”, añadió.

Por último, Vázquez se refirió a la campaña electoral. “La mayoría del pueblo uruguayo espera una campaña respetuosa y tolerante”, opinó, y consideró que si bien ésta no puede ser “una oda a la dulzura” sí se puede buscar “un tránsito respetuoso y tolerante”. “Honremos nuestra tradición democrática y republicana y la inteligencia del pueblo uruguayo proponiendo y no agraviando”, pidió, antes de puntualizar que es un pedido no solo para los políticos sino también a todos los que están alrededor de la campaña, incluyendo a los medios de comunicación y “a quienes participan en las llamadas redes sociales”. Acerca de estas últimas, dijo que “hay una manga de descerebrados que desde la cobardía del anonimato se dedican a insultar a diestra y siniestra a todos y a agraviar”, y se refirió a ellos al asegurar que “quien siembra vientos, recoge tempestades, y quien siembra odios, recoge violencia”.