La Justicia procesó con prisión a seis investigadores de la Policía que extorsionaron a un estafador para que les diera 275.000 pesos a cambio de no enviarlo a prisión. Desde el Ministerio del Interior consideraron que la conducta de estos efectivos fue “doblemente inmoral”. “Por un lado, cometieron un delito. Pero también fue una estafa, porque le cobraron al hombre por dejarlo libre, pero la verdad es que si lo llevaban preso, lo más probable es que hubiera salido libre a los pocos días por algún acuerdo con la Fiscalía en el marco del nuevo Código del Proceso Penal, así que no tenía por qué pagar”, declaró un funcionario de la cartera.

Una fuente de la Policía consideró que casos como este “demuestran que la tarea de cobrar coimas es bastante más complicada de lo que la gente cree, porque estos eran oficiales muy experimentados y, aun así, los atraparon”. La fuente consultada explicó que por este motivo existe dentro de la Policía una fuerte resistencia a la reforma constitucional, impulsada por el senador nacionalista Jorge Larrañaga, que habilitaría a las Fuerzas Armadas a llevar a cabo labores policiales. “Un soldado puede estar preparado para hacer muchas cosas ilegales, pero cobrar coimas como se debe no es una de ellas. Hay que tener un sentido de la sutileza y de la discreción que los militares, con todo respeto, no tienen. Y antes que largar militares a las calles a cobrar coimas, deberíamos trabajar para que los policías perfeccionen sus técnicas”, declaró la fuente consultada.