La ola de incendios en la selva amazónica fue uno de los principales puntos en la agenda de la reunión del G7 que se llevó a cabo en Biarritz, Francia. Los países europeos fueron los que se mostraron más preocupados por la situación. “La selva amazónica es clave para contener el calentamiento global. Y si la selva amazónica disminuye demasiado su tamaño, los países europeos no vamos a tener más remedio que reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Porque una cosa es calentar el planeta sabiendo que está el Amazonas para contener la situación, y otra cosa es hacerlo si no contamos con el Amazonas. Eso nos daría mucha culpa”, declaró el mandatario francés Emmanuel Macron.

La canciller alemana, Angela Merkel, consideró, por su parte, que el gobierno de Brasil está demostrando “una total irresponsabilidad a la hora de manejar un recurso que es fundamental para que Europa siga manteniendo su ritmo de emisiones de CO2”, por lo que pondrá a consideración de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte “un posible ataque nuclear contra ese país subdesarrollado para borrarlo del mapa y que deje de ser un peligro para la especie humana”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, consideró, por el contrario, que las críticas de Europa son “injustas”. “Por más que soy un buen amigo de Jair Bolsonaro, la verdad es que él es simplemente el más inteligente de los simios que habitan ese país. No se puede pedir mucho”, declaró.