José Francisco Olivera tenía 75 años y desapareció el 8 de diciembre del año pasado. Su familia radicó la denuncia y comenzaron las investigaciones. El caso fue derivado a Delitos Complejos, que trabajó tras la hipótesis de homicidio.

La investigación determinó que tres policías fueran imputados. Uno de ellos es oficial de la Guardia Republicana.

A la espera de la investigación y juicio, para uno se determinó prisión preventiva por 90 días, a otro se le adjudicó arresto domiciliario total por 60 días y el tercero tiene arresto domiciliario sólo nocturno por 180 días.