El viernes trascendió que el embajador de Brasil en Uruguay censuró una proyección de la película Chico: artista brasileiro, sobre el músico Chico Buarque, que iba a ser proyectada en un festival auspiciado por la sede diplomática. No obstante, desde el gobierno brasileño desmintieron que el embajador haya censurado la película, y aclararon que sólo hizo “una sugerencia”. “Es imposible que nuestro representante en Montevideo haya tomado una medida tan genial como censurar una película en forma descarada. O sea, estamos hablando de una persona que terminó en Uruguay, muy hábil no puede ser. Si fuera tan bueno ya sería embajador en la ONU, o en Washington, o hasta ministro de Relaciones Exteriores”, declaró un funcionario de la cancillería brasileña.

De todas maneras, la fuente reconoció que la “sugerencia” del embajador y la polémica que desató “seguramente sirvan para impulsar su carrera, porque al enterarse de todo esto el presidente Jair Bolsonaro dijo que era un desperdicio tener a este embajador en Uruguay y sugirió enviarlo a un destino más digno, como Argentina o Chile”. Es que en el gobierno del país del norte consideran que haberle dado tanta visibilidad a una película que supuestamente se quería censurar “es la clase de idiotez que hacen nuestros gobernantes de más alto rango”. “Es un prodigio que un oscuro funcionario de la cancillería haya interpretado tan bien las líneas estratégicas del gobierno de Bolsonaro”, expresó una fuente de Itamaraty.