La mecánica es conocida: somos los responsables de un grupo de humanitos, a veces visibles, a veces no. Con la ayuda de nuestro mouse o del dedo que utilicemos más seguido en el celular, debemos guiar a este pueblo hacia un mejor futuro, en el que suban las estadísticas que tengan que subir.

Sin embargo, en el videojuego Valle dorado la preocupación no está en llenar las arcas municipales o construir el rascacielos más alto, sino en que el poblado o la ciudad sea sustentable. Como explican en el sitio web: “Todos los días, en nuestra vida cotidiana, generamos contaminación. Lo importante es pensar en la incidencia de nuestras acciones sobre el medioambiente para poder minimizar el impacto”.

Con un título pensado para “educar jugando” a un público joven, pero que puede generar adicción a cualquier edad, el videojuego surgió dentro de una plataforma de la Intendencia de Montevideo llamada Reunite, que busca generar un cambio cultural en lo que respecta al tratamiento de residuos.

En ese marco, se decidió la realización de un videojuego que ayudara a integrar los conceptos y valores de la llamada economía circular, comenzando por los niños de entre diez y 14 años. El estudio MyBox fue seleccionado para la confección de este proyecto, y Valle dorado ya puede ser jugado desde la web y dispositivos móviles.

Cuenta con 12 niveles, cada uno con problemáticas únicas y objetivos secundarios que sirven para lograr méritos, con los que se ganan estrellas, con las que, a su vez, se consiguen mejoras tecnológicas. La clase de pequeños objetivos que hace que uno termine jugando hasta las dos de la mañana sin darse cuenta.

Martín Gaibisso Soldatti, director de MyBox, contó a la diaria que la empresa nació en 2013 junto a tres amigos a los que les apasionaban los videojuegos y sintieron que era posible, incluso en Uruguay, dedicarse a esta industria.

Gaibisso explicó que la llegada al proyecto fue por medio de una licitación pública, a fines del año pasado: “La intendencia está, hace varios años, implementando un marco para un ‘cambio cultural’ hacia lo que es la economía circular, el tratamiento de residuos, reciclaje, energías renovables. El videojuego como forma de acercarse a niños y adolescentes es un granito de arena de este marco”. “Este proyecto se caracterizó por un tiempo de desarrollo acotado y por el control de contenido establecido por la Intendencia de Montevideo. Principalmente porque los consumidores finales son niños y adolescentes”, agregó.

De todos modos, al recorrer el sitio web del juego o comenzar a experimentarlo, uno se encuentra con una vasta historia que ayuda a construir ese mundo en el que la economía circular es algo más que posible. En otros mercados habría sido desarrollado por un equipo numeroso, pero “la industria de los videojuegos uruguaya se caracteriza por hacer cosas excepcionales con pocas personas”, señaló. “Este videojuego se desarrolló con un equipo de seis personas, que incluyen los trabajos de producción, dirección creativa, diseño de juego, arte, programación, narrativa y QA [control de calidad]. A eso sumale eventuales campañas de marketing”, detalló.

La idea que tenían necesitaba de unos diez meses de trabajo, pero solamente tenían la mitad. “Todo el equipo contó con una gran motivación, por la naturaleza del proyecto, lo cual nos permitió finalizarlo en tiempo y forma. Fueron cinco meses intensos”, contó.

Que incluso un veterano como quien escribe estas líneas se haya enganchado tan rápido con la propuesta del videojuego se explica en que la dificultad aumente en forma natural, lejos de cualquier frustración. Al consultar a Gaibisso sobre cómo encontrar el nivel de dificultad adecuado, el director respondió que este es de los “principales problemas que se encuentra todo diseñador de juegos. A eso sumale no sólo el nivel de dificultad, sino que también tenés que mantener el nivel de entretenimiento. Lograr esto en un videojuego es un arte, y por eso sólo algunos llegan a ser exitosos”.

Y agregó: “En este juego no sólo tenemos la dificultad, sino también la cantidad de conceptos a enseñar, que incluyen muchísimos de los conceptos que utiliza la economía circular en la realidad. Quedamos bastante conformes con la curva de aprendizaje de Valle dorado, y sentimos que los jugadores disfrutan la experiencia de ir descubriendo los diferentes conceptos”.

En cuanto a la inspiración, mencionó el juego Banished. “Es un simulador de economía medieval, bastante duro en conceptos de realismo extremo. Nuestro objetivo fue extrapolar esa experiencia hacia un juego más casual, liviano y con una narrativa rica. Por ser un juego basado en la economía real y que funciona como tal, ya lográs el factor educativo, simplemente por mostrar las cosas como funcionan en la vida real”.

Con respecto a los futuros proyectos, MyBox se encuentra trabajando en un juego de puzle 3D que esperan tener pronto para mediados de 2020. “También, una versión de Valle dorado con el fin de un lanzamiento global, ya que de momento el juego sólo está disponible en Uruguay”, adelantó.

A propósito de eso, puede descargarse la aplicación tanto en Google Play como en el App Store de Apple, o jugarse en línea ingresando a www.valledorado.uy.