Este lunes, poco antes del mediodía, un hombre de 30 años intentó robar una moto en el estacionamiento del Mac Center, un shopping de Paysandú. El vehículo pertenece a una trabajadora de Cerámicas Castro.

Tras ser descubierto, el hombre intentó esconderse dentro del centro comercial. Fue perseguido por un cabo del Batallón de Infantería Nº 8 y por dos guardias de seguridad, hasta que en un momento cayó por las escaleras mecánicas, desde una distancia no muy alta, y se golpeó las rodillas.

Ya en el piso, y claramente consciente, los dos guardias de seguridad se le subieron encima para reducirlo. Tanto en los videos que fueron filmados por personas que estaban en el lugar como en las cámaras de seguridad se observa que los guardias lo sujetan, mientras que el hombre no para de gritar. “Me desmayo, me falta el aire”, se escucha en el video.

Minutos después llegó la emergencia médica: tras intentar varias maniobras de reanimación, a las 12.20 se constató el fallecimiento. Cuando llegó el móvil policial, el hombre estaba reducido, boca abajo y morado. Al lugar concurrió también la fiscal Andrea Fuidio y la Policía científica.

El resultado forense dio cuenta de la muerte por asfixia. La fiscal Fuidio dispuso la detención de los tres hombres involucrados en el homicidio. Declaran en estas horas y se espera el fallo de la Justicia para este miércoles. El “arresto ciudadano” que terminó en asesinato podría tener como resultado el procesamiento de tres personas por homicidio agravado.

Este martes Telemundo divulgó entrevistas con allegados y familiares del hombre de 30 años. Jaqueline, una vecina, declaró: “Por más que haya intentado robar una moto o no, no tienen derecho a quitarle la vida como a un perro, porque yo puedo decir que fue así. Para eso está la Justicia, delincuente o no delincuente tiene derechos. Quiero que se haga justicia”.

Griselda Cabrera, la madre del difunto, cuestionó las primeras versiones que publicó la prensa. “No sé si intentó robar una moto, la verdad [es que] estaba muy tomado en ese momento, tenía una botella de amarga que se llevó de mi casa. Vivía con la señora, pero se peleó y vino para casa. En el momento en que me fui a tirar la basura él se escapó y se fue, porque yo le dije que no se fuera. No sé qué se le cruzó en la cabeza. Para las madres no hay hijos feos, no hay hijos malos. No sé, no lo puedo explicar. Estuvo siete años en prisión, hacía dos meses que estaba afuera”, comentó, en la nota que divulgó Telemundo.