La reapertura de los shoppings y el anuncio del regreso de las actividades religiosas generaron la reacción de la comunidad artística, desde donde se entiende que están siendo discriminados por el gobierno, ya que las salas de teatro y conciertos musicales siguen estando cerradas. Desde el teatro consideran que su caso incluso debería ser “prioritario”, ya que incluye “situaciones mucho más urgentes”. “Hay que reabrir los teatros para que puedan salir las personas que se quedaron dormidas allí antes de que se decretara la emergencia sanitaria”, explicó un productor de teatro independiente. Es que las salas de teatro tienen la costumbre de revisar las butacas al final de cada función, ya que, según explicó el productor, “es muy frecuente, sobre todo en el teatro experimental, que los espectadores se queden profundamente dormidos”. Pero en algunos casos esta tarea se deja para el día siguiente. “Según nuestros cálculos, seguramente haya espectadores que lo último que recuerdan es estar viendo una obra aburridísima y cuando se despertaron no había nadie, y con el paso de los días tampoco apareció nadie”, explicó el productor consultado, y agregó que en el caso de los espacios no convencionales la situación puede ser más grave aun. “Hay lugares que son utilizados para montar obras de teatro en los que una persona apenas puede sobrevivir las dos o tres horas que dura la función. Si pasa allí varios meses, puede ser que no sobreviva”.