Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

La pandemia tiene consecuencias que no se reducen a los riesgos para la salud, las crisis económicas y los costos sociales. También dejan espacio para que se produzcan movilizaciones como las que hubo el domingo en España y ayer en Argentina, convocadas por fuerzas políticas de oposición para protestar a la vez contra los gobiernos y las medidas sanitarias.

Es interesante registrar que en Uruguay, si bien hay cuestionamientos opositores a la forma en que el Poder Ejecutivo afronta la emergencia, los que provienen del Frente Amplio alegan que es insuficiente el apoyo estatal a las personas más afectadas por la crisis, pero no ponen en tela de juicio lo que se ha hecho específicamente para prevenir contagios. Quizá esto debería ser tenido en cuenta cuando se analiza por qué, en ese terreno, nuestro país ha logrado resultados mejores que muchos otros. La prédica de actores políticos relevantes contra las precauciones recomendadas contribuye, obviamente, a que no se adopten, e incluso crea un ambiente más propicio para que ganen adeptos diversas teorías sobre conspiraciones internacionales.

Aquí, de todos modos, el Ministerio de Salud Pública (MSP) expresó su preocupación por las concentraciones callejeras sin uso de tapabocas ni distancia física entre las personas. No dijo que se refiriera específicamente a la multitudinaria marcha realizada el 14 de agosto, Día de los Mártires Estudiantiles, pero señaló que realizaba su advertencia sin desmedro de apoyar la libertad de expresión, y con esto quedó bastante claro que no hablaba solamente de reuniones sociales recreativas.

En todo caso, es muy previsible que el debate sobre el proyecto de presupuesto sea acompañado por numerosas movilizaciones, entre ellas las convocadas por la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza de Uruguay, y es un gran desafío conciliar esas actividades con criterios rigurosos para la prevención de contagios, que esas mismas organizaciones sindicales reclamaron cuando el Poder Ejecutivo dispuso la reanudación de clases presenciales.

En otros temas que tienen que ver con precauciones básicas, la sintonía entre oficialismo y oposición es mucho menor. El MSP respalda la “tolerancia cero” a la alcoholemia en quienes conducen vehículos, establecida en 2016, pero en la coalición de gobierno nacional, como se veía venir desde hace años, una cantidad considerable de dirigentes se inclina por establecer exigencias menos rigurosas.

En cambio, hay oficialistas partidarios de aumentar las exigencias y las regulaciones, pero no en lo referido al consumo de alcohol, sino para las organizaciones sindicales. El diputado nacionalista Pablo Viana presentó un proyecto de ley que establece la obligatoriedad de contar con personería jurídica, plantea requisitos de cuórum y mayorías para la adopción de “cualquier medida de fuerza”, dispone que sólo se otorgue una hora por mes de licencia sindical, y propicia la realización de acuerdos por empresa que impliquen retribuciones por debajo del mínimo fijado en los convenios colectivos del sector.

Hasta mañana.