Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Cautela y objeciones, sobre todo al aumento general de la edad mínima de retiro, fueron las primeras reacciones desde el Frente Amplio, el PIT-CNT y la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu) ante la propuesta oficialista en la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS) sobre recomendaciones al Poder Ejecutivo para la reforma del sistema.

El planteamiento presentado ayer es un documento de 100 páginas que sus destinatarios analizarán con detenimiento, con miras al debate en la CESS hasta el 31 de este mes. De todos modos, hace tiempo que el aumento de la edad mínima está sobre la mesa, y los representantes de las organizaciones mencionadas adelantaron posiciones que ya tenían al respecto.

El principal reparo es que, si bien la nueva edad mínima propuesta no cambia demasiado en términos generales, ya que la mínima vigente es 60 años, y en promedio el retiro se produce entre los 62 y los 63, vale el dicho de que “en los promedios se ahogan los petisos”. Hay sectores en los que la gente se jubila apenas puede, porque las tareas se le hacen muy difíciles con el paso de los años, y en esos casos prolongar la vida laboral sería una carga excesiva.

Algunos ejemplos señalados por el economista Hugo Bai, delegado del PIT-CNT en la comisión, fueron los de quienes trabajan en la construcción, el servicio doméstico y el sector rural. Además, la esperanza de vida de las personas que se dedican a estas actividades es menor que el promedio. Por lo tanto, retirarse antes que los demás les evitaría un doble perjuicio, sin efectos graves para el conjunto del sistema.

En lo referido a la propuesta oficialista de equiparar, gradualmente, los distintos regímenes actuales con el sistema general en el que está la mayoría de la población, las reacciones varían por el momento entre la aceptación genérica y el silencio, pasando por la acotación de que no son iguales las situaciones de las cajas militar, policial, bancaria, notarial y de profesionales universitarios.

No se han registrado, por ahora, pronunciamientos de los sectores directamente involucrados, cuyas condiciones de retiro empeorarían si la recomendación que se puso sobre la mesa anteayer en el documento final de la CESS es incorporada al proyecto de ley posterior del Ejecutivo y sobrevive al trámite parlamentario.

Los beneficiarios de esas cinco cajas han elaborado y sostenido durante décadas argumentos en defensa del sistema actual. Estas abarcan, según el caso, desde la naturaleza de sus tareas hasta la tesis de que logran mayores beneficios porque son capaces de manejar sus fondos previsionales mejor que el BPS (aunque los datos de la realidad cuestionan cada vez más tal afirmación). Probablemente ya comenzaron a preparar argumentos, diseñar estrategias y hacer contactos. Habrá que ver qué respuestas logran

Este es otro caso en el que conviene desagregar los promedios. Mientras unos se ahogan y otros están ya con el agua al cuello, o viendo preocupados cómo sube la marea, hay también quienes se mantienen a flote, con comodidad, sobre botes salvavidas que el resto de la sociedad se ve obligado a proporcionarles.

Hasta el lunes.