Un informe publicado el miércoles en la revista Nature señala que, durante la pandemia de covid-19, en 27 ciudades de 23 países diferentes se produjo una reducción de los delitos, en promedio de 37%. El análisis, publicado por un consorcio internacional liderado por la Universidad de Cambridge, fue firmado por 36 académicos de diversas partes del mundo, entre los que hay dos uruguayos –dado que Montevideo fue una de las ciudades monitoreadas–: Carlos Díaz, del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Católica, y Nicolás Trajtenberg, doctor en Criminología por la Universidad de Cambridge.

Para el estudio se consideró la evolución de seis tipos de delitos: agresiones, hurto, robo de viviendas, robo, robo de vehículos y homicidios, tomándose en cuenta las distintas medidas de restricción de movilidad vigentes en cada ciudad durante la pandemia.

En el promedio global, en 2020 los homicidios se redujeron 14% respecto de 2019. Por su parte, la baja promedio en los casos de robos fue de 46%, y en hurtos de 47%. El robo a viviendas bajó 28%; el robo de vehículos, 39%, y las agresiones disminuyeron 35%.

El informe también concluyó que las zonas donde se registraron medidas más restrictivas de la movilidad experimentaron una mayor disminución de los delitos. En declaraciones al programa Fácil desviarse, de Del Sol FM, Díaz dijo: “Uno puede pensar que tiene que ver el factor oportunidad”. “La reducción de movilidad lo que hace es reducir la oportunidad para ciertos delitos específicos”, señaló, y añadió que hay un estudio que muestra que en algunos casos aumentaron: durante la pandemia se produjo un aumento en el robo de bicicletas, debido a que “aumentó la oportunidad para hacerlo, porque mucha gente optó por este medio de transporte en lugar de otros que suponían un mayor riesgo [sanitario]”.

Según Trajtenberg, “este y otros estudios están apuntando a que no hay que entender qué ocurre con el delito, sino con los tipos de delitos, y por qué es que esto ocurre”. “Un mismo fenómeno como la pandemia puede reducir la movilidad y obligar a las personas a quedarse recluidos, por lo tanto, hay menos posibles víctimas circulando y menos probabilidad de que haya oportunidades de ilícitos”, señaló, al tiempo que comentó que esto también puede tener un “efecto contrario” en la violencia doméstica. “Es importante ver las diferencias entre delitos y no asumir un efecto global u homogéneo”, dijo a Fácil desviarse.

El caso uruguayo

Para evaluar la situación de seguridad pública en Montevideo, los investigadores tomaron en cuenta los datos proporcionados por el Ministerio del Interior (MI) sobre hurtos, rapiñas y homicidios, y, acompasados con el resto de las ciudades estudiadas, se notó una baja de estos delitos. De hecho, en su informe sobre el primer año de la nueva gestión de la cartera, el Observatorio Nacional de Violencia y Criminalidad registró en Montevideo una baja de 18,9% en los homicidios, de 10,2% en las rapiñas y de 12,2% en hurtos para el período marzo 2020-febrero 2021 respecto del mismo período del año anterior.

“En general, Montevideo no desentona en ninguna dirección y se comporta como el promedio de los demás países”, explicó Díaz.

Consultado por la diaria, el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del MI, Santiago González, dijo que no estaba al tanto de la publicación del estudio y que prefería sacar conclusiones luego de leerlo.

“Desconozco qué ciudades son [las analizadas]. Hay que tomar en cuenta que en cada ciudad del mundo hubo una política distinta, hubo confinamiento obligatorio, militarización de las calles, toque de queda. En el caso de nuestro país no hubo ninguna de ellas. Entonces, me gustaría saber si las otras son exactamente iguales que en nuestro país o si estamos mezclando papas con boniatos”, sostuvo.

Si bien a lo largo de los últimos meses se han publicado diversos artículos que informan sobre la reducción de la criminalidad en distintos países de América Latina y Europa a raíz de la reducción de la movilidad por la pandemia, el MI aún no ha incorporado este elemento al análisis de las cifras de delitos ni a la comparación con la situación de la seguridad pública previo a la crisis sanitaria.