Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

El oficialismo anunció ajustes del proyecto sobre tenencia compartida de hijos e hijas para parejas separadas, superando los reparos planteados por los partidos Colorado (PC) e Independiente, que han bloqueado durante muchos meses el avance de una iniciativa a la que el presidente Luis Lacalle Pou asignó prioridad.

Con independencia de los contenidos, es una buena oportunidad para considerar de qué modo gestiona el PC sus discrepancias dentro de la coalición de gobierno.

Los colorados tuvieron durante el siglo pasado una experiencia de gobierno muchísimo mayor que la del Partido Nacional (PN), y se preciaron de que esto no sólo les otorgaba una clara ventaja en términos de solvencia, sino también un estilo más criterioso y eficaz para manejar las discusiones, en contraste con la impulsividad y los enfrentamientos internos de los nacionalistas.

Cabe señalar, de todos modos, que el último presidente colorado fue Jorge Batlle, cuyas características personales y opciones políticas siempre se alejaron bastante de ese perfil tradicional. No fue por eso, sin embargo, que después de la presidencia de Batlle comenzaron las tres del Frente Amplio (FA), pero el hecho es que desde las elecciones de 2004 el PC se ha mantenido muy por debajo del PN en caudal electoral, con grandes dificultades para recuperar terreno.

En este gobierno el PC es, junto con Cabildo Abierto (CA), uno de los dos socios indispensables del PN para aprobar proyectos de ley, pero la manera de administrar ese capital le da escaso rédito.

Cuando los cabildantes discrepan con las iniciativas del PN o impulsan algunas propias sin consenso en el oficialismo, vociferan a los cuatro vientos y logran instalar polémicas en los medios de comunicación, aunque a menudo este sea el único resultado. De los colorados, en cambio, casi se podría decir que hablan en voz baja y proceden con sigilo, pasando inadvertidos incluso cuando se salen con la suya.

Cuando CA logró que se aprobara en ambas cámaras su proyecto para limitar la actividad forestal, con apoyo del FA, quedó poca gente sin enterarse, sobre todo en los sectores sociales y económicos cuyos intereses estaban en juego, y el veto de Lacalle Pou contribuyó a resaltar la controversia.

El PC trabaja desde hace meses para lograr que se apruebe un proyecto sobre eutanasia y suicidio asistido, contra la voluntad de gran parte del PN, y el diputado Ope Pasquet, del sector Ciudadanos, viene tejiendo acuerdos al respecto con poco destaque.

Mientras tanto, también desde Ciudadanos y como diputado, Felipe Schipani llama la atención por sus tenaces esfuerzos contra sindicalistas de la enseñanza, pero en este terreno es difícil que compita, por ejemplo, con la agresividad desaforada de la senadora nacionalista Graciela Bianchi, que hace menos pero se nota más.

Quizá los colorados consideren que han contribuido a mejorar el proyecto sobre tenencia compartida, pero los reflectores se dirigirán a quienes lo impulsaron con posiciones más polémicas y a quienes lo rechazan. Y ni siquiera han logrado evitar que, desde el Comité Ejecutivo Nacional del PC, la abogada Margarita Machado mantenga su oposición a la iniciativa.

Hasta mañana.