Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

El PIT-CNT comenzará la semana que viene la campaña por una reforma constitucional sobre seguridad social. Es la segunda consulta popular que promueve la central sindical en este período de gobierno, tras el referéndum contra 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC), y entre ambos acontecimientos hay por lo menos siete grandes diferencias.

1) Un referéndum se dirige contra una ley, para anularla total o parcialmente. Este plebiscito busca crear nuevas normas, que queden en un nivel superior al de las leyes y sólo puedan ser modificadas con otra reforma constitucional.

2) La campaña por el referéndum fue precedida por un largo (quizá demasiado largo) debate en la Intersocial, para definir contra qué artículos se realizaría. Ahora el PIT-CNT adoptó una decisión y otras organizaciones tuvieron que decidir luego si la acompañaban.

3) Todo el Frente Amplio (FA) se volcó a la campaña por el referéndum, pese a dudas y discrepancias iniciales, y a que se buscaba la anulación de algunos artículos que sus legisladores habían votado. Esta vez dará libertad de acción, y sectores de peso se pronunciaron contra el camino de la reforma constitucional aun antes de que su texto estuviera definido. Además, como el plebiscito será simultáneo a las elecciones nacionales, incidirá si los sectores ensobran o no la papeleta por el Sí.

4) La campaña por el referéndum tuvo que afrontar grandes dificultades por la emergencia sanitaria, que acotó las posibilidades de movilización y aumentó la aprobación inicial al gobierno. Estos obstáculos no existen hoy, y la cantidad de firmas necesarias es mucho menor.

5) Como los artículos impugnados de la LUC abarcaban temas muy diversos, la campaña fue compleja y se simplificaron mucho los argumentos. En esta ocasión, los debates se centrarán en tres grandes propuestas sobre la seguridad social: mantener la edad mínima de retiro en 60 años, aumentar las prestaciones mínimas y eliminar las administradoras de fondos de ahorro previsional (AFAP).

6) El referéndum se impulsó al comienzo de este período de gobierno, cuando el oficialismo buscaba avanzar rápidamente y la oposición social y política trataba de frenarlo (y en buena medida lo hizo, pese a que no ganó, por la magnitud del apoyo cosechado). Este plebiscito se promueve al final del período, y sus efectos tendrán que ver con la gestión de futuros gobiernos.

7) El último punto deriva del primero. Con la LUC había promesas de beneficios, y los impulsores del referéndum apuntaron a cuestionar que fueran a producirse y a enfatizar el pronóstico de daños. En este caso, los papeles se invierten en cierta medida, porque quienes se oponen a la iniciativa del PIT-CNT ya agitan la idea de que los cambios constitucionales propuestos causarán perjuicios a cientos de miles de personas, alegando que se confiscarán los ahorros previsionales en las AFAP, que el Estado tendrá que aumentar sus desembolsos en seguridad social a costa de otras áreas o del equilibrio fiscal, y que además afrontará juicios por grandes sumas de dinero. Son los promotores de la consulta popular quienes deberán rebatir críticas y argumentar a favor de sus propuestas.

Hasta mañana.