Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Hace casi un año y medio se publicó en este espacio una columna titulada “El eterno retorno del allanamiento nocturno” y parece que mantiene vigencia. Ahora reaparece la iniciativa de reformar la Constitución para permitir el ingreso policial a los hogares entre la puesta y la salida del sol, y la intención del oficialismo es promoverla mediante una ley constitucional a plebiscitarse en forma simultánea con las elecciones del año que viene.

En esa fecha se intenta someter a consulta popular otras tres reformas constitucionales, para las que se están recolectando firmas: la del PIT-CNT sobre seguridad social, la de Cabildo Abierto sobre endeudamiento personal y la del Movimiento Uruguay Soberano. Esta última propone establecer el requisito de aprobación parlamentaria, por mayoría especial, para determinados acuerdos del Estado con empresas; reducir la cantidad de apoyos necesarios para que se realice un referéndum; y declarar nulo el contrato de 2017 entre el Estado y UPM.

La iniciativa sobre allanamientos nocturnos tiene una historia interesante. Cuando Jorge Larrañaga era senador, impulsó sin éxito proyectos de ley sobre seguridad pública, y antes de las elecciones de 2019 decidió promover el proyecto de reforma constitucional “Para vivir sin miedo”, que reunía tres de aquellos proyectos (el de creación de una Guardia Nacional con efectivos de las Fuerzas Armadas, el de prohibición de la libertad anticipada para ciertos delitos graves y el de establecimiento de la pena de prisión perpetua revisable) y les agregaba la modificación del artículo 11 de la Constitución, para que se pudiera entrar de noche en un hogar “sin consentimiento de su jefe” pero con orden judicial, al igual que ocurre de día.

En las elecciones de 2019 ninguno de los 11 candidatos a la presidencia apoyó el proyecto, y este no fue aprobado aunque recibió un considerable respaldo, de casi 47%. Entre quienes lo rechazaron hubo varios sindicatos policiales, con el argumento de que los efectivos correrían peligros de importancia en procedimientos nocturnos, entre otras cosas por carencia del equipo adecuado, y que aun con él aumentarían también los riesgos para las personas del barrio.

De todos modos, Larrañaga insistió desde 2020, cuando fue nombrado ministro del Interior, en que estos allanamientos eran cruciales para actuar contra las “bocas” de venta de drogas. Su sucesor, Luis Alberto Heber, ha mantenido la misma posición, al igual que otros jerarcas de su secretaría de Estado y varios legisladores nacionalistas.

Uno de ellos es el senador Carlos Camy, quien se propone ahora presentar un proyecto de ley constitucional. Por esta vía, basta con el apoyo de dos quintos de la Asamblea General para que el plebiscito se realice y todo indica que el oficialismo puede reunirlos.

Por lo tanto, parece que vamos camino a una nueva reedición de los debates sobre este asunto y que, en términos más generales, la próxima campaña electoral se va poblando de temas que les marcarán la cancha a los partidos y a quienes integren sus fórmulas.

Hasta mañana.