Las fotos compartidas por Facebook mostraban una Playa de los Piamonteses totalmente transformada. Hacia el fin de semana, el Río de la Plata cambiaba su tradicional color dulce de leche por un impactante verde espinaca fluorescente. No había lugar a dudas: las cianobacterias una vez más se habían adueñado del río.

Foto: Giselle Pouy

Foto: Giselle Pouy

Las grandes floraciones de cianobacterias del verano de 2019, cuando se extendieron desde las costas de Colonia hasta las de Rocha, se dieron en un contexto muy distinto al actual: fue un año con muchas precipitaciones, algo que contrasta con esta seca temporada estival 2020-2021.

Investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, en conjunto con colegas del Departamento de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Montevideo y del Área de Gestión Ambiental de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, analizaron el fenómeno de 2019 y concluyeron que la gran biomasa de cianobacterias se originó en los embalses del río Negro.

Al abrirse las compuertas de esos embalses, las cianobacterias viajaron arrastradas por el gran caudal del río Uruguay y sus afluentes y terminaron llegando más lejos de lo que habían llegado en lo que iba del siglo

Luis Aubriot, uno de los autores del trabajo científico sobre las floraciones de cianobacterias extremas de 2019 e investigador de la sección Limnología de la Facultad de Ciencias, también vio las fotos publicadas en el Facebook de Giselle Pouy -y compartidas por otro colega de la Facultad de Ciencias- y quiso ir un poco más allá.

Aubriot buscó y compartió imágenes satelitales -algo que hace frecuentemente para sus estudios sobre las cianobacterias- de varios tramos del río Uruguay y del Río de la Plata en los días previos a las fotos tomas partiendo de una premisa ya corroborada: las grandes biomasas de cianobacterias se originan aguas arriba, donde condiciones de luz, temperatura, abundancia de nutrientes y estancamiento en embalses y recodos permiten que las cianobacterias proliferen.

Imagen satelital Juan  Lacaze, el 9 de marzo, Colonia. Gentileza: Luis Aubriot

Imagen satelital Juan Lacaze, el 9 de marzo, Colonia. Gentileza: Luis Aubriot

Tratando de entender qué está pasando en Colonia, consultamos entonces a Luis Aubriot. En este caso, a diferencia de las floraciones de 2019, las cianobacterias no parecen provenir del río Negro.

“En estas imágenes satelitales vimos -y es algo que constatamos el verano pasado, que también fue muy seco- que el embalse de Salto Grande mostraba condiciones de floración casi completa en la zona sur del embalse; no sólo Gualeguaycito, que es una zona del lado argentino que vimos en el artículo que siempre está verde, sino que tanto el verano del año pasado como este, en muchas ocasiones, todo el embalse, incluido el canal principal y nuestro lado, quedaba con floraciones”, dice Aubriot, consultado por la diaria. “Las imágenes satelitales muestran una circulación de las cianobacterias típica, muy pegadas a nuestra costa, y esta vez es bien marcado que vienen de aguas arriba”, agregó.

El caudal del río Uruguay, debido a la ausencia de grandes precipitaciones, disminuye. Las cotas del río están bajas y, por tanto, los vertederos de Salto Grande permanecen cerrados. ¿Cómo llegan entonces las cianobacterias del embalse de Salto Grande a las costas de Colonia? Aubriot y sus colegas ya se lo habían planteado el verano pasado: “Las cianobacterias estarían pasando por las tomas de las turbinas y estarían siendo transportadas aguas abajo”.

Debido a las dinámicas de circulación del Río de la Plata, no todas las partes de Colonia son afectadas de la misma manera. “Hay una zona oeste de Colonia donde no se registran tanto, porque hay un caudal más importante, pero una vez pasada la punta de Colonia hacia la Boca del Cufré, en San José, su presencia es notoria porque las cianobacterias comienzan a acumularse en la costa o en la orilla”, explica Aubriot.

Las fotos impresionan. Más aún cuando estas cianobacterias presentan toxicidad. ¿Seguirán por mucho tiempo más en las costas de Colonia, o es un fenómeno pasajero?

“Creo que por la magnitud de la floración, por cómo se ha mantenido durante el verano y por cómo se ve todo el río Uruguay 'tomado' por la floración, es de esperar que esa biomasa acumulada sea grande y por tanto las cianobacterias van a seguir” aventura Aubriot.

“Dado un aumento de las precipitaciones en la cuenca alta del río Uruguay y una eventual descarga de Salto Grande, las floraciones podrían llegar incluso hasta Montevideo”, comenta, ante el fin de La Niña, oscilación climática que trae temporadas más frías y secas, y el pasaje hacia un ciclo neutro (el otro extremo es El Niño, que trae aparejado aumentos de temperatura y precipitaciones, como sucedió en 2019).

El asunto es entonces complejo: “Ya sean veranos lluviosos o veranos secos, el fenómeno de floraciones de cianobacterias en Colonia y en San José se da igual”, observa Aubriot.

Imagen satelital Salto Grande 11 de marzo - gentileza Luis Aubriot

Imagen satelital Salto Grande 11 de marzo - gentileza Luis Aubriot

“Una de las hipótesis es que en años secos el río Negro no es el que genera estas floraciones pero sí Salto Grande, y en años húmedos se generan en el río Negro, pero como Salto Grande tiene mucha menos retención de agua, no deja acumular grandes floraciones”. Más allá de eso, no son buenas noticias: “En una u otra situación, el punto de confluencia de esas floraciones es en la zona de Colonia y San José, ya sean autóctonas del Río de la Plata o transportadas de los embalses de Salto Grande o del río Negro” afirma el experto. “El Río de la Plata está mostrando señales muy preocupantes” concluye.

Como nos dijo anteriormente, podríamos pensar que las cianobacterias son como una enfermedad que presenta tanto causas como síntomas. Podemos actuar en ambos aspectos y así lo explicaba Aubriot: “Podemos atacar los síntomas manejando los tiempos de residencia de los embalses, buscando evitar la acumulación; la causa, bajando los aportes excesivos de nutrientes que llegan a los embalses”.