Desde 2009 funciona el Centro de Educación Popular de Ombúes de Lavalle (Cepol), conocido como la “universidad popular” entre los habitantes del lugar. “Surgió para traer a Ombúes la idea de las universidades populares alemanas, que dictan cursos abiertos, sin grados académicos, sobre diferentes temáticas”, comentó uno de sus impulsores, el ingeniero agrónomo Mario Pauletti, a la diaria.

La idea fue promovida por una comisión de vecinos que poco a poco fue organizando cursos de las más diversas temáticas: computación para adultos, taquigrafía, electricidad, filosofía, historia, literatura, alemán, control de plaguicidas, pasturas, manejo de máquinaria agrícola, entre otros.

“No hay requisitos” para los participantes, explicó Pauletti. No obstante, aclaró, para algunos de esos cursos resultaba importante contar con una base de conocimientos adecuados para asimilar de mejor modo los conocimientos impartidos.

Entre la larga lista de cursos desarrollados, Pauletti recordó algunos que permitieron lograr inserción laboral a varios de sus asistentes: manejo de maquinaria agrícola y de secretariado. Los docentes de esos talleres fueron profesionales locales. “Esos cursos estaban legitimados por los conocimientos que tenían los docentes, y no tienen reválidas en ningún lugar, pero quienes contrataron a las personas que hicieron esos cursos conocían sus exigencias”, apuntó.

La iniciativa educativa también ha servido para lograr la trasmisión de algún oficio que corría riesgo de perderse en la localidad. “Le propusimos a un matrimonio de tapiceros que enseñaran sus saberes, para que una vez que ellos se retiraran no se perdiera ese conocimiento en el pueblo”, recordó Pauletti.

“Las noches viajeras” se ha convertido en una actividad clásica de esa institución. Allí concurren personas que han tenido experiencias en otros países y desean compartirlas con los vecinos de la localidad.

Cepol no tiene sede fija. Hasta el presente, los cursos se han dictado en los salones de la iglesia Valdense y en la Católica, y también en la Casa de la Cultura. Cada asistente debe pagar “un precio muy módico para cada uno de los cursos, que alcanza para pagar las fotocopias que se utilizan”, explicó Pauletti.

“La gente va a los cursos y tiene temas para encontrarse, es una forma de socializar. Los cursos cumplen la función de diseminar el conocimiento y de confraternizar entre los vecinos de la localidad”, valoró. ,

Deseosos de volver al ritmo presencial, los promotores de la “universidad” de Ombúes de Lavalle tienen tres cursos previstos para este año: uno sobre participación ciudadana, otro sobre construcción de ciudadanía y uno de filosofía. “Esos cursos apuntan a que la gente vuelque sus experiencias y reflexione sobre por qué es importante participar en las actividades comunitarias”, destacó Pauletti.