Agustina Ramos

En La Plata, provincia de Buenos Aires, María, una mujer de la comunidad kolla que migró desde Perú, fundó un centro para niños y niñas y desde allí intenta recuperar y contagiar los saberes de la cocina ancestral indígena. Junto con un grupo de antropólogos, le da forma a un recetario que es mucho más que un listado de comida: es un ejercicio de memoria y de futuro, una guía para la soberanía alimentaria en medio de un contexto de borramiento identitario y extractivismo agroindustrial

Amparados en una siempre conmovedora retórica de protección de la propia progenie, diversos colectivos promueven no sólo el retroceso en materia de derechos adquiridos, sino una reorientación de los esfuerzos públicos hacia la instalación de un modelo de familia nuclear de carácter vertical, encabezado por el padre y sometido a la ley divina y a la autoridad eclesiástica

Desde la Antigüedad, la filosofía y la ciencia se han preocupado por establecer qué hace únicos a los seres humanos y, sobre todo, qué nos diferencia de los demás animales. Considerados seres inferiores, recién a partir de los años setenta del siglo pasado tuvo lugar lo que se conoce como el “giro animal” que desplazó el antropocentrismo y defendió a ultranza las teorías darwinistas. Allí aparecieron con seriedad investigaciones sobre la inteligencia, la emocionalidad y la conciencia de los animales no humanos, un campo de estudio que nos enfrenta a nuestra resistencia a comprender la otredad

Aplicaciones, dispositivos, inteligencias artificiales y el acto de fotografiarlo todo moldean a las nuevas generaciones y, según la evidencia, atentan contra la fijación de recuerdos. La periodista Agustina Ramos partió de una pregunta personal, habló con especialistas y encontró que son muchos los jóvenes que viven en la desmemoria. ¿Problema cognitivo o clima de época?