La vida en simultáneo y la superación de las distancias corporales por la incorporación de los dispositivos en nuestro diario vivir dan cuenta de una de las formas de extractivismo a las que nos somete el sistema capitalista.
¿Qué sigue siendo lo propiamente humano para una civilización que durante siglos creyó que lo propiamente humano era la inteligencia, la capacidad de ser racionales y actuar en consecuencia?
La pérdida de la dimensión de la alteridad también tiene su expresión en la construcción de los liderazgos políticos partidarios, incluso en las organizaciones sociales.